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19 de agosto de 2011

ESTOY VOLANDO


Un ataque de submarinos voladores que son elevados con "vejigas", tirando terrones de azúcar en el café que no me he tomado... Torogoces acuáticos, muerte y temor a la soledad. El mundo está "patas arriba" y yo cabeza abajo, ahora doy gracias verdaderamente porque "latte" está aquí, viéndome llorar, pasearme con un incienso... buscando paz, más paz en los cuartos solos... Los temores yacen en los lienzos que cuelgan como trozos de carne en las carnicerías... Temores van y vienen... Pero el más grande es "estar sin hacer nada", porque es allí cuando soy consciente de lo incompleto que soy, parece que mis alas son de seda y que cualquiera las puede quemar. El incienso se quema, y lo que siento me hace arder en millones de deseos... 

Hoy prengunté al pizarrón improvisado: "¿cuándo y dónde?"... Estoy más incompleto que ayer... Amo más, soy más feliz, pero también más incompleto. 

Y parece que los sueños duermen en la esquina de su boca... Allí donde lo que "llamamos nuestro" se vuelve una quimera. Los planetas que son invisibles por la mañana son como los lunares que te pertenecen, que tanto me gusta y que inconscientemente había olvidado. Había olvidado como se siente estar rodeado por tanta gente, dar y recibir, crear una simbiosis... que la gente interprete las cosas que plasmo... y al siguiente instante estar solo, esperando sentir paz en los recuerdos que se golpean en las paredes de la vida que trato de alimentar... en este momento solo "trato".... La razón es doblegada por los mismos seres que inventé en libretas hace días, puedo estar volviéndome "loco", o quizá acercándome más a estar lo suficientemente cuerdo como para solo vivir.

Hay hojas, pero no está tu piel... tu mano. Está mi boca, pero no está tu mejía. Están mis manos... y solo hay aire espeso contaminado por los recuerdos de personas que "solo fueron"... Todos fluimos con los años, se que lo harás y lo haré... Solo estoy solo antes de tiempo. Recuerdo tu primera sonrisa cuando abría los ojos y estabas. Levantarme lleno de ganas de compartir el café, ahora lo tomo a solas, veo las fotos guardadas en mi memoria, esa sobre la cual reniego muchas veces por seleccionar tanto las cosas, por dejarme solo con un par de imágenes, porque de años y años, podría crear fácilmente un "álbum de momentos"... Esos que ahora y por siempre nos pertenecen, los que alimentarán habitaciones como la mía hoy.

Todo lo que te he dado, nadie más lo tendrá jamás. La sonrisa, la paz, mis pasos lentos o apresurados... Las llegadas tarde y los cafés, el abrazo y la mirada, el sol y la luna, la alegría y la espera... La espera de ahora, el momento, te pertenezco en esos instantes de gloria, donde siento que no soy solo "un humano", donde he permanecido, suspendido en las nubes y completo... Peces vuelan con la ayuda de globos aerostáticos, el espacio se lo imaginó un niño de 12 años que llegó a mis oídos por los rumores de su padre padeciendo de preocupación. 

Me preocupa que las paredes no soporten el agua, llueve mucho después de los rayos que salían de las palmas de desconocidos... Llueve tanto que podría crear un acuario, abrir caminos y dejar que el Patchuli se encargue de lo demás... 

Espero que la armónica que compré ayer sea "medicina", de la que necesito para no estar sin hacer nada. 

No puedo decir que no recuerdo nada, mi mente ama huir, porque recuerda demasiado.

Tu aroma viaja en aviones de papel, intento evolucionar con los recuerdos... Hoy solo "intento", que las cosas no me sorprendan con las manos vacías o desprovisto de ganas... 

Ganas las que tengo de subirme en un caballo de mar y salir volando... Y estar suspendido fuera del acuario que llueve en mi habitación.

Mirame... Estoy volando. Me acaban de lanzar desde una árbol enorme que está en medio del mar, en una cima donde se puede ver más allá de la soledad...



Jorge Merino
Café

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