MENÚ

10 de mayo de 2010

CRUEL

Doce tragos envenenados... Fríos... Insensibles...

Las horas pasaban, 
El cuerpo estaba ahí, acabando con los rastros del Alma...
La luz se marchitaba,
Recorría los aires como quién va en caída libre, directamente hacia el infierno...

Nadie le dijo al cuerpo que necesitaba más luz que de costumbre...
Ahí estaba el cuerpo decidido, encerrando al Alma moribunda en una jaula de bronce,

Nadie le dijo al cuerpo que necesitaba al Alma... Para tener vida...
Ahí iba el cuerpo decidido a abrir la puerta otra vez,
del otro lado, mil arqueros con flechas envenenadas...

[No! - gritaba el Alma -]

El cuerpo sordo, asqueado, embrutecido...
Abrió la puerta y al instante las flechas llovieron como quien mutila a un humano enamorado...
El cuerpo cayó al suelo... El Alma seguía encerrada...
Pasó la escena y cuando llegaron a auxiliar el cuerpo, este estaba en señal de retirada...
Ensangrentado, destruido, abandonado...

Algunos dicen que el cuerpo sobrevivió...
Y que no fue hasta después de varios años, 
después de haber llegado cada noche a "disfrutar las noches" que el cuerpo sintió una presencia extraña...
Esa noche, el cuerpo iba acompañado de alguien diferente... Alguien que callaba...
Cuando amaneció, el cuerpo escuchó una voz suave, se levantó, preparó un café y se sentó junto a la jaula de bronce...

[Habla! - dijo el cuerpo - ]

Cruel!...
No puedes continuar fingiendo vivir si yo, tu Alma... estoy encerrada fingiendo morir...

Cruel!...
Estúpido!...

Di la verdad!

El cuerpo tomó el último sorbo del café... un café fuerte, endulzado con dos de azúcar... luego, abrió la jaula de bronce e inhaló al Alma... Hasta que ambos fueron uno mismo nuevamente...

Cruel es el destino que los acompaña. Nadie hasta hoy es capaz de entender que aunque son uno mismo, uno solo... El Alma es la que vive... la que evoluciona... la que disfruta... al final, que es el cuerpo si el Alma no ha sido alimentada... 

Cruel es el cuerpo...
Y también el Alma que se niega a mentir.

Jorge Merino
Café

COFFEE TIME