Domingo,
Es habitual que este día tenga pocas ganas de hacer algo más que descanzar, es normal que haga huelga y no me bañe... Toda la semana voy de aquí para allá teniendo pausas hermosas entre la multitud...
Pareciera que los días domingo están contagiados de monotonía, quizá por las películas en fila... Por la soledad extrema o por el vacío extravagante en las calles...
Este día el calor se acentúa... Las nubes juegan a esconderse y lo que golpea fuerte son los rayos del sol...
Siempre sucede que llega el día en que todo cambia...
Este día, los planes eran compartir con los niños de una comunidad de Antiguo Cuscatlán (puedo agregar que busqué excusas para que no sucediera)... Desayuné en vez de almorzar, vi televisión por la mañana y salí a caminar...
Muchas eran las camisas rojo y azul... Gritos por todos lados, mi corazón palpitaba repitiendo en cada paso "tenés el arma en tus manos"...
Al llegar a la urna, todo podía pasar... Ser detenido por mi pelo largo y barba... Que me dijeran "alguién votó por ud"... o que todo continuara con normalidad...
Logré votar... Una llamada secundó mi salida, un café que disfruté por la tarde mientras observaba como cerraban temprano todos los negocios...
Caminar por San Salvador junto a una amiga tiene su magia (sigo recalcando que no es tan peligroso como cuentan algunos... claro está, no debés buscar las situaciones... portando objetos casi invaluables o una cara de pocos amigos, la verdad... nada cuesta saludar y sonreír aunque sea muy malo el aspecto del que se acerca...)
Bajé Metrocentro, subí hacía el Parque Cuscatlán, luego caminé hacia el Parque Simón Bolívar... Fue genial verlo triunfante portando una bandera roja, como prediciendo una victoria histórica...
Continué caminando, un par de semáforos me hicieron analizar más detenidamente la situación de mis hermanos, algunos indigentes... Huele pega... Transeúntes apresurados... Las machas en todas las paredes (rojo, azul, verde, blanco...) papeles por las calles volando libres...
Las aves que se posan en los alambres de la esquina de Simán son dignas de admiración... Como mis hermanos, han logrado adaptarse a las inclemencias y atropellos... Aunque como dije al principio, siempre se llega el día en que todo cambia...
La señora de la esquina del Hula Hula ofreciéndome pan... Muchos haciendo compras para cenar... El mal olor de la alcantaría tapada... Los edificios que a pesar de la contaminación, láminas, llantas y otros objetos aún resurjen entre la multitud hiriente diciendo "aquí estoy"... Esas edificaciones que me hacen soñar con tantos proyectos...
Al llegar al Palacio Nacional, la energía era evidente... Las consignas de mis hermanos... las banderas, los gritos, automovilistas pasando aprobando la concentración... Ver los rostros de todos y todas totalmente felices y liberados fue algo casi sublime... Mi pueblo sonriente, mi pueblo trabajador... Que más victoria que poder ver su rostro frente a frente... tomar un par de fotografías y pensar (que no vengan esos de siempre a decirme que mis hermanos son ladrones) cuando sos parte de su sufriento, de su hambre, de sus ganas de salir adelante... de su tarde en la entrada del Palacio tomando café o de sus mañanas preparando las ventas, lo único que te pueden robar es una sonrisa de admiración...
Este domingo para mi ha sido muy diferente, se que para mis hermanos también...
Me despedí de mi amiga, no antes de jugar con unos niños "sapatito cochinito cambia de piecito..." (y así fue... todos cambia al pie izquierdo... todos cambiamos y lo hicimos porque así lo quisimos... después de cambiar viene la victoria...) Los tres niños me lo decían: "tengo mi chiqui DUI, y ya fui a votar por el frente"... Jugaban con cajas de tomates y bancos improvisados...
Al llegar de nuevo a mi casa, me di cuenta que Antiguo Cuscatlán también escogió el cambio... Salí a caminar para ver a mi gente... Todos celebraban en las calles con pólvora... También bailaban, se saludaban unos a otros y gritanban "si se pudo..."
Es gratificante para mi, ver sonrisas verdaderas y escuchar palabras que de verdad están sintiendo... Es hermoso saber que la vida a premiado a un pueblo que ha sufrido por años los atropellos de personas que no ven más que su propio bien... Que no hacen más que robar, mentir y tachar de criminales y ladrones a los más trabajadores...
Para terminar mi día domingo, sintonicé la televisión para escuchar los dos discursos... Jamás me reí tanto como cuando escuché al señor Ávila... La verdad, lo disfruté... No dejaba de tomar agua, repetía y repetía la misma frase... (nose cómo pensó en ser presidente...)
Me gustó la postura de mi nuevo presidente, ahora queda luchar juntos porque la situación mejore... Porque ya se llegó el día en que todo cambia...
El Salvador, tierra donde se harán las cosas pensando por fin en los necesitados...
FELICIDADES MAURICIO FUNES!!
Atte. AMEJO