Pensaba por la mañana... "No tengo ganas de hacer nada".
Quise tomar un café, viajar unos 45 minutos a occidente, ver los árboles y el horizonte siempre me hace bien. Quise que alguien me acompañara, pensé en algunas personas pero por los motivos de la vida terminé diciendo "de igual forma iré solo"... Durante el viaje sentí un calor más elevado que los últimos días... Era curioso que en las noticias dijeran que "venía un frente frío"... Aprovechaba el pretexto y me tomaba un ron, mientras escuchaba música y veía el horizonte transformarse al otro lado de la ventana a cada instante... No habían palabras, solo observaba y reflexionaba.
Había hecho un croquis para llegar al lugar que recientemente se mudó de casa, iba casi saboreando el café cuando me di cuenta que había tomado un autobús que "decía directo pero no lo era"... se desvió y el camino se hizo un poco más largo... "Cultivar la paciencia me decía"... Reflexionaba y sonreía. Al final el autobús me dejó a unas doce cuadras del café... Caminé... Una vendedora muy joven me vio fijamente, tomó mi brazo -como es costumbre en El Salvador, y tal vez en otro lugares del mundo- Giré para decirle gracias y rozó mi cabello... La vi a los ojos y dije "gracias"... seguí caminando. Vi sin parar el edificio en ruinas que siempre me ha gustado... decidí caminar paralelamente al mercado, esta vez no quise entrar, quería evitar de cierta forma el exceso de caos, seguía reflexionando... Después de algunas vueltas por allá y por aquí, llegué al café, tuve una muy buena conversación. Uno de los dueños del lugar me acompañó a tomar el autobús de regreso, -ya no habían especiales- y le hice el comentario "no me gusta viajar en estos buses porque los asaltan a cada rato..." Parecía un comentario más, de los que uno dice casi sin reparar en las consecuencias, aunque, en el fondo había una gran convicción que era la razón de ser. Subí los escalones, pagué, justo en el primer asiento -atrás del motorista del autobús- Iba un señor de mediana edad... Le pedí permiso y me senté junto a él... Comencé a escuchar música, él me vio de reojo y decidí no darle mucho volumen porque podría notarse que llevaba conmigo el mp3 -por esos impulsos tontos de sentirme seguro-
Cuando el autobús se llenó, unos kilómetros adelante, subió una señora de blusa azul, él en un gesto muy caballeroso le cedió el asiento... Luego puso una mochila -de las que acá se conocen como "alpinas"- sobre el espacio que hay en el vidrio, se quedó parado en la puerta y comenzó a conversar con el motorista. Entonces yo pensaba -que cierre la puerta- y la cerró. No debería distraer al motorista, pero seguían conversando... Me centré en la música, luego de haber intentado ver por el retrovisor del autobús y darme cuenta que no tenía, veía la oscuridad pasar... Cuando en un pequeño giro había un hombre armado junto al conductor, este había venido de atrás... Retiré los auriculares de mis oídos: "Pongan la cara abajo, si la levantan se mueren"... Luego indicó al motorista: "Dame la caja... quiero todo el dinero", al que iba en la puerta "Quedate quieto o te morís, mirá adelante", volvió con el conductor y dijo rápidamente: "En el kilómetro 56 parás, si no lo hacés te morís"...
Para ese momento, no había querido sacar nada de mi bolso -dinero, cámara, libreta. lentes- o sacarme del cuello el mp3, solo me quedaba viendo hacia abajo tal como él lo había indicado; vi que la mujer que viajaba junto a mí comenzó a sacar su dinero... y por eso saqué mi billetera del bolso, esperando que el asaltante me pidiera más -hasta ese momento yo no había escuchado las indicaciones anteriores porque iba escuchando música-... Cuando le entregué el dinero gritó: "No quiero documentos, si los están sacando regrésenlos, quiero solo dinero!"... Me imagino que lo dijo porque vio que estaba dispuesto hasta a darle la billetera, aunque en realidad nada tenía valor en ese momento, más que la vida.
Seguía viendo hacia abajo, esperando que el autobús llegara al kilómetro 56... Comenzaron los disparos, supongo que no menos de 10 en ráfaga... Algunos gritaban: "Le dieron", otros: "No!"... El bus iba de un lado a otro sobre la carretera... El asaltante gritaba cada vez más fuerte: "Pará!!... te dije el 56!! pará!!".. Yo veía hacia abajo y pensaba: "Será el motorista". Mientras llegaba lo más abajo que podía. Por un momento el motorista aceleró más... Yo pensé "Si fue él y ha preferido chocar que parar..." La gente gritaba sin control. A los segundos el bus iba perdiendo velocidad... Comenzó a atravesarse de un lado a otro en la carretera como buscando parar... Pasaron dos tipos corriendo y se tiraron aún en marcha... Muchos se levantaban y gritaban, giré mi mirada hacia la puerta y habían dos heridos... No vi sus rostros... El primero cayó del bus... Luego el segundo -este era el acompañante- El conductor paró totalmente, veía hacia atrás... Decía que no arrancaría hasta que se trajera al acompañante, que no lo dejaría ahí... Comenzaron a bajar... Una mujer tenía una herida en la pierna, gritaba de dolor, en el asiento junto al mío. La señora no estaba. El conductor estaba bien... Los demás bajaban del autobús gritando: "Auxilio! Nos asaltaron"... Otros decían: "ayúdenlos". Al cabo de algunos minutos llegó la policía... Comenzaron a preguntar qué había pasado. La mayoría gritaban, le gritaban al conductor que parara otro bus porque se querían ir.
Decidí llamar a un amigo, no tenía ganas de ver buses, desde antes no quería pero hoy quería mucho menos. Pensaba, analizaba, en el fondo decía gracias, por mí y los demás... Pensaba en los heridos... Se los llevaron en un pick up, a la señora y a un señor. Luego dijeron que el acompañante había muerto y que el asaltante que iba adelante estaba herido. Un policía estaba asquerosamente feliz diciendo que lo más seguro era que al asaltante le quedaba poco de vida... Otro policía que estaba a mí espalda comenzó a preguntar "Y ese peludo qué?"... Alguien dijo "no!... él venía con los pasajeros" -refiriéndose a mí claro está- Yo pensaba en lo incompetentes que son los policías, luego, un carro que transitaba por el lugar casi colisiona con el autobús porque "los policías" no habían puesto conos en la carretera... Entonces confirmaba lo incompetentes que son.
Algunos decía que eran tres, otros que cuatro los asaltantes... Habían tres heridos -de los pasajeros- y uno de los asaltantes, el bus estaba a media calle y mi amigo en camino. La mayoría de personas se fueron en un autobús, pocos quedábamos esperando. Converse un momento con un señor que decía ser empresario de buses, le comentaba que yo había ido a Santa Ana por un café, y que quería venir acompañado pero al final fui solo -que quizá era lo mejor- Porque de haber alguien más a lo mejor no hubiese ido en ese lugar, justo a un metro de los disparos, atrás del motorista... donde no pasó nada. Que en el fondo en la situación sentía resignación y analizaba todos los sonidos, pedía a la vida por mi y todos (as). No podía entender cómo es que estaba en ese lugar, en ese momento. Varios me veían impresionados por lo que les contaba, no creían que yo estuviese ahí por un café y no por trabajo, por familia otro motivo "normal".
Es importante dar las GRACIAS!... Por favor, si han leído esto, es importante agradecer por todo en la vida, por lo bueno y lo que parece malo. Háganlo! No esperen hacer uso de la lógica, porque normalmente no entenderán si buscan usar la lógica. Creo que hay muchos (as) a mi alrededor que son teóricamente e históricamente correctos, podría decir que son casi sabios ilustres, pero se olvidan de agradecer. Yo no podía creer cómo se dio todo... porqué estaba allí solo, sin conocer a nadie más, reflexionaba sobre los problemas graves de este país y sobre como ya no podemos decir que son solo nuestros, porque globalmente se viven historias similares y peores.
Pensaba sobre quién inició todo, sobre porqué lo hizo, repasaba la escena y veía la trayectoria de las cosas, examinaba las posibilidades que nos llevaron ahí y sobre otras que nos pudieron llevar a otro lugar -tal vez peor, tal vez mejor- La realidad le había salido cara a algunos, para otros el momento había sido solo "algo más"... Yo pensaba y esto quiero que lo sientan conmigo si están leyéndome... "Por favor y se que esto realmente parece malo... Que exista algo bueno que parta de este lugar, de este suceso". Entonces dije gracias. Hubieron personas más unidas que otras. Hablé con el conductor, me pareció un hombre de hierro... él me identificó... y dijo "está fregada la situación"... Una madre con sus dos hijos con una fortaleza que jamás había visto tan de cerca diciéndoles "hijos, ya hablen de otra cosa, si?", ella agregaba para mí "yo iba a quedarme en medio, mis hijos ya se habían sentado y les dije que nos moviéramos, cuando pasó todo solo pensaba en protegerlos..." Yo le decía "por algo que aún no entendemos todo pasó como está hasta hoy... Vi a los niños y les dije den gracias..." -Los vi abrazarse- En ese instante llegaron por mí, el cuerpo me temblaba, saludé a mi amigo y le conté... Regresamos al café y les comenté lo sucedido... Tal como yo, no lo podían creer, les hablaba sobre como cuando digo cosas que realmente siento pasan... y de como estaba pensando en tener más cuidado con lo que digo y seguir más lo que siento.
Cuando lo comenté con mi familia tuve la bendición de poder verlos (as) atentos (as), que me escucharan y luego sentir el calor de cada abrazo totalmente diferente. Mi madre agregó algo sobre un sueño que tuvo una de mis hnas... "Yo no pensaba contarlo, pero lo haré..." -Interrumpí- "¿Soñó algo referente a mí verdad? -Si- "Soñó que te había visto muerto... En una especie de túnel, veía un ataúd... Ella lloraba y todos (as) parecían buscar resignación de su parte... Ella gritaba que vos no habías muerto... Luego vos aparecías, pero con una apariencia como de si estar muerto y le decías con voz calmada -es cierto, estoy muerto, pero no te preocupés, donde voy a estar estaré bien-". Luego agregó que para algunos eso significa larga vida, luego que mi hna había presentido de cierta manera lo que hoy pasaría... Yo no podía evitar llorar... Y no quería hacerlo tampoco... Porque desde que entré a mi casa, sentía ciertamente como si una parte mía había muerto y otra resurgido... La parte de mala gana parecía haberse desplomado en el autobús... Y solo podía decir GRACIAS.
Me sentí agradecido por la vida, porque en mis manos está que más de alguno lea esto y de Gracias y deje de pensar "no tengo ganas de hacer nada"... Se que la frase le resultará muy familiar a la amiga que se la dije por teléfono y creeme... Estoy agradecido por la oportunidad de agradecer por la vida y por poder escribir para todas y todos que las (os) AMO. Disculpen si insisto tanto con el tema de Agradecer, pero si hoy no hubiese escrito esto, me hubiese gustado... que desde hoy, ya que si pude, recuerden solo eso de mí... que vean mi sonrisa y digan conmigo GRACIAS, la vida lo vale.
Por otro lado, pidan por los que no pudieron reflexionar después de lo que pasó y porque ojalá los que iniciaron todo lo hagan.
Bendiciones totales. SARAVÁ.
Jorge Merino
Café.-