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15 de noviembre de 2008

Una noche entre amigos...

15 De noviembre, al escuchar las palabras de mis amigos me di cuenta que había una pregunta más importante… ¿Por qué putas hacerse bolas? Y pido disculpas por la expresión; pero no hay otra que defina mejor esa cuestionante… Un par de canciones en una rocola antigua; unas cervezas; la plática a fondo; las risas y el alma al descubierto… Qué más puedo pedirle a mi destino, en realidad no necesito más… La autenticidad de mis amigos a llenado perfectamente todas mis expectativas… Y recuerdo claramente una frase de “tu vida en 65 minutos” (algunas vez has sido tan feliz… Pero tan, tan feliz… Que ya no desees buscar más…) Traigo esta frase a flote; porque a pesar de estar extrañando tanto; a pesar de tantas preguntas… Con mis amigos ahora sonreí lo suficiente como para decir que la ausencia no es motivo suficiente como para pasar por alto nuestra auténtica felicidad, gritando los nombres de las personas que amamos, invitando a los brindis, las bocas y la buena música… Hoy me sentí tan feliz, pero tan, tan feliz… Que a pesar de la ausencia ya no quiero seguir buscando…

Un día puede ser agitado; pero si tiene buena vibra... Por lo menos a mí no me importa no tener descanso… Lo digo porque me desperté tarde; con todas las energías del mundo; salí adelante con todas las metas del día y llegó la noticia de un cheque que no tenía en cuenta para esta semana… Es cierto… Hace unos días no podía servir de ejemplo para nadie; pero esta tarde, después de cumplir con todos los objetivos pude haber sido el ejemplo claro del hombre más organizado del mundo…

Llegar a un concierto donde se comparten tus ideales; y que a pesar de la mala organización se escuche (a medias por el mal sonido) pero se escuche buena música; saliendo de auténticos amigos y músicos comprometidos… Para mí no era nada de “trabajo” andar ahí, disfrutando… Relajándome un poco de tantas cosas por hacer…

Es increíble como cuando uno menos se lo espera surgen los mejores momentos; después del concierto era justo y necesario compartir un poco… No soy de los que toman cerveza; pero este día era una buena excepción… Una cerveza y escuchar a mis amigos, verlos con sus sentimientos a flote es la mejor catarsis que he tenido en mi vida; escuchar el nombre de la mujer que aman gritado por los cielos; estar dispuesto a decirlo todo (y no por el efecto de los tragos) sino porque realmente si somos amigos, es porque somos auténticos… Esa palabra que tanto le cuesta comprender a muchas personas… Es la clave de nuestra amistad; de todas las sonrisas y alegría; de saber que todos somos apoyo; concejo y por qué no… También ejemplo.

Después de verlos, me dije ¿Por qué putas hacerse bolas?... No hay razón de ser; y el acento lo marcó el niño pidiendo limosna afuera de la gasolinera… Por lo menos para mí era necesario que después de tomar una cerveza debía haber un café… Y al ver al niño pidiendo supe que era el acento para mi noche; que debía ayudarlo de alguna manera y que era mi respuesta a la gran pregunta…

No importa qué decidan los demás; lo que importa es lo que decidimos nosotros; en el momento que lo hacemos… Ser auténticos es el principio para ser felices; estar dispuestos es la clave del éxito… Y el toque de magia me lo pone la ausencia que luce menos sola con el café en la mano.

Y no espero que comprendan mi punto de vista; ni siquiera que lo compartan… Hace meses yo no me habría tomado esa cerveza… Pero creo una cerveza deja de lucir amarga y burda en compañía de buenos amigos… Hoy recordé esa vez que fui feliz… Tan, pero tan, tan feliz… Que pensé que no debía buscar más…

PD. Les recomiendo escuchar a Cain Manttis, una banda... Que no por ser mis amigos digo que sean buenísimos músicos; sus letras, su ideología... Eso es lo que más disfruto en los conciertos; porque me huelen a una propuesta verdadera; no como otras tantas bandas que se venden como putas en las radios de esquina.

Jorge A. Merino
Café / Todos los Derechos Reservados / Abril - 2008

14 de noviembre de 2008

Sin título

Que dificil la vida cuando tengo que hablar de ti sin ti a mi lado...
Por tí ángel de mis sueños he esperado toda la vida...
Por tí podría vivir una eternidad más, esperando pacientemente que te presentes...
Que dificil cuando tengo que decir te amo sin poder amarte...
Por tí dueña de las verdades profundas; dueña de las más inmensas confusiones...
Por tí podría esperar una eternidad más sentado platicando con la muerte...

Jorge A. Merino
Café / Todos los Derechos Reservados / Abril - 2008

13 de noviembre de 2008

Extrañarte

“Para aprender a vivir… Se debe comenzar a extrañar”

Lo escuché de un amigo hace muy poco tiempo, la conversación era fluida durante la cena… Saltaban algunas cosas del pasado, los puntos de vista; y en algo coincidimos… “hablando de ella” y hablando de mí… Pensando en la razón de tantos sentimientos… Alguna razón debe existir para que todo pase como pasa… La razón es clara: “Para aprender a vivir… Se debe comenzar a extrañar”

Comencé a extrañar las tardes en las que compartía una serie de televisión o una película; los almuerzos que sucedían rápidamente porque estaba a la espera una clase en la universidad… Los besos que me robaba para disfrutarlos en el autobús; después comencé a extrañar la mano que se ajustaba perfectamente a la mía… Los labios que sabían tan bien… Las sonrisas cuando aparecía una guerra con el sentido de poder convivir más cerca de lo habitual…

Comencé a vivir cuando aprendí a extrañar el aroma del futuro; la esencia de la otra mitad; cuando comencé a extrañar el maquillaje natural de la mañana en su rostro… Comencé a extrañar las conversaciones que duraban horas… Las que trataban lo cotidiano con maestría… Las que hacían que deseara vivir más y más… Comencé a extrañar el roce de su cabello sobre mi piel… Sus caricias que lograban relajarme ante cualquier tensión… Comencé a extrañar mis ganas de amar; de llevar una rosa; de platicar con ella sobre lo que deseaba lograr; comencé a extrañar parecer un loco… Pero puedo decir que para aprender a vivir… Se debe comenzar a extrañar… Y eso hice cuando pasaba horas escribiendo cartas para el vacío de la esquina; cuando recitaba oraciones desde el corazón; cuando comencé a necesitar tener planes para el fin de semana o para después de las clases… Cuando comencé a viajar solo; fue entonces cuando comencé a extrañar…

Cuando mi voz no encontraba receptor; cuando dije “te amo” y no escuché nada más; cuando dije “te extraño” y me di cuenta que debía ser así para comenzar a vivir…

Comencé a vivir cuando conocí el lado de mi alma que no conocía… Y viví más aún cuando me tomé el café a solas extrañando su presencia… Cuando la razón de los desvelos no era el amor… Cuando tenía miedo de lo que iba a venir y cuando después de un año tuve que extrañar más y más… Entonces comencé a vivir…

Comencé a extrañar mis análisis de sus movimientos; comencé a extrañar mis oraciones llenas de gratitud; comencé a extrañar la voz de Dios diciéndome que me merecía amar; comencé a extrañar tener deseos de ir a una iglesia diciendo que tengo fe en el amor; comencé a extrañar y a extrañar más y más cuando después de pasar extrañando me di cuenta que para vivir se debe aceptar que hay que extrañar…

Al escuchar esto por primera vez me pareció una locura; al discutirlo pensé que podía ser la razón de “la situación actual”… Estoy más que vivo; de eso estoy seguro… Porque no podría extrañar más.

Jorge A. Merino
Café / Todos los Derechos Reservados / Abril - 2008

11 de noviembre de 2008

Las huellas de ti

Te lo diré, te lo cantaré y te lo recitaré… Porque si me lo quedo un segundo más terminaré acabando con mi vida… Porque mi alma me grita; me llora y me pregunta porqué sigo callándome algo tan importante…

Te diré que las huellas de ti están tan marcadas como las de los pasos sobre tierra húmeda… Que me muero por verte a los ojos y robarte el alma…

Las huellas de ti me dicen que seguramente tendré que asimilar lo que siento y poco a poco aprender a vivir sin tus caricias… Y mi alma se muere; te juro que se muere… Porque no imagina la vida sin tu piel; sin tus labios; sin tu sonrisa…

Te diré que preferiría estar muerto que vivir 20 años sin ti… Es más; prefiero la muerte a vivir si quiera 10 años sin ti… Y mi alma está que se muere porque las huellas de ti duelen… Duelen y aman… Aman el vacío posado en el fondo del espacio que dejó mi corazón al marcharse; y mi corazón prefirió huir; alejarse de mi presencia para poder permanecer a tú lado…

Te diré que he pasado meses y meses; contando cada 22 y que no puedo olvidar esa fecha por más que intento… Que he esperado que un día al despertar a parte de decir gracias por la vida; tenga razones para decir gracias por verte de nuevo a mi lado…

Te diré que se me han marchitado poco a poco las ganas de pensar en comidas románticas y que por más que intento las huellas de ti no me dejan seguir en paz…

Te diré que creía poder dominar tu presencia; que creía poder saludarte y aparentar que no siento nada… Que creía que era real la frialdad que me impregnan las ganas durante la madrugada… Pero que a pesar de estar en cero absoluto debido a que no tengo ganas de amar a nadie más… Al verte; las huellas de ti gritan y gritan pidiéndome que te abrace…

Te diré que las huellas se vuelven crueles a cada instante y que no logro encontrarle sentido al concepto amar… Que prefiero estar muerto que vivir siquiera 5 años sin ti… Que me muero por ver a Dios y reclamarle por la distancia… Que quiero decirle que yo solamente deseaba amarte y que poco a poco las huellas de ti me han enseñado a ser frío… Que las huellas de ti me colocaron coraza; me colocaron tristeza y me colocaron nostalgia… Decirle que para nada disfrutaba los últimos días recostado en la ventana del autobús… Que sufrí grave envidia al ver como otros desaprovechaban la oportunidad que tenían para estar juntos y que a pesar de que mi alma se muere por amarte; no veo la posibilidad de poder tenerte jamás…

Meses y meses transcurrieron; y pasé contando los 22… Pensando que llegaría un mensaje o que llegaría una llamada… Y lo que si llegaba eran noticias de que cada mañana tu luchabas por volverte lejana… Te diré que después de meses; al verte sentí que mi vida acababa… Sentí que mis ojos habían dejado de estar vivos y que mi interior seguía deseándote…

Las huellas de ti se volvieron garras afiladas cuando estuve expuesto a tu sonrisa bella… Y mi alma cayó derrumbada pensado que por más que ha intentado es imposible separarte de mi esencia. Sigues tan clavada que ya eres mi piel; sigues tan presente que te vuelves dueña del futuro; sigues tan hiriente; tan bella; tan perfecta; uno solo de tus pasos es capaz de mover todas las edificaciones que hice para protegerme de las huellas de ti…

En medio de la madrugada de un día amargo; en medio de una noche que se adelantó a mis ganas y yace casi muerta… En medio de una mañana que sonríe con rostro de fuego quemando las hojas que escribo para tranquilizarme; lo que más siento son las huellas de ti que se pasean por mi espalda…

Las huellas de ti me hablan al oído; me cuentan historias perfectas que jamás llegarán a ser… Las huellas de ti besan mis confusiones y las vuelven más grandes…

Te diré que prefiero estar muerto que vivir un solo año más sin decirte que verte fue una cosa para la que jamás estaré preparado; podré pasar miles de vidas; acabar con ellas y siempre que aparezcas caeré pensando en lo injusto que fue todo…

Y debo decirte además que jamás entendí las razones de la vida; y que si algo me pareció inaceptable fue la vida misma… Porque a pesar de nuestras ilusiones todo apuntó a convertirse en las huellas que son lo único que me queda de ti…

Estás clavada en las hojas de ayer… Y estás presente en la tinta que día a día escribe mí vida… En realidad no se que parte del amor que siento no lograste comprender… No se que parte de mis deseos de amarte no lograste aceptar… Las huellas de ti son lo único que me queda de tu forma perfecta de ser…

 


Tu cuerpo se paseaba frente a mí. Mis ganas por decirte lo que me haces sentir crecían con cada paso que dabas. Y seguía comentándole al dios lo tanto que te pareces a mis anhelos, lo tanto que me inspiras a desear una de esas historias de las que ya poco se habla, le decía que cada día comprendo más porqué esas historias han muerto, porqué la gente a dejado de desear hablar de amor; le decía al dios que cada mañana con la salida del sol mis ganas de hablar de amor se parecían a ti… Que cuando mi cuerpo daba un respiro para mantenerse vivo, ese respiro se parecía a ti… Que cuando tenía ganas de correr para poder descansar en la cima viendo los colores, esos colores se parecían a ti… Que si en algún momento me había mantenido amándolo, ese amor se parecía a ti… Que mis deseos se parecen a ti, que mis lágrimas se parecen a ti… Que cada cosa que puedo sentir se parece a ti… Y que el silencio y el vacío… Las paredes llenas de reclamos y el insomnio que poco a poco está acabando con todo lo que se parece a él es lo que me tiene aquí… Que ya él está perdiendo relevancia a la hora de hablar de amor, porque esa plática se está volviendo innecesaria… Que por más que trate de reemplazarte con otras oportunidades para mí, esas oportunidades no se parecerán siquiera a ti…



Jorge A. Merino
Café / Todos los Derechos Reservados / Noviembre - 2008

10 de noviembre de 2008

Hace 23 años

¿Cómo comenzar? ¿cómo titular a una hermosa coincidencia sino es por su nombre? ¿a quién arrojarle la culpa de que este espacio exista? ¿por qué esperar tanto tiempo para compartir el link de este espacio?... La respuesta, una... Está en Colombia; y espero que este haya sido un día inolvidable...

Hace más de un año pensaba con los sueños guardados en un bahúl... Temerosos de ser vistos; acompañados por la lluvia; las preguntas; los conflictos emocionales y tantas cosas... Yo comprendo a las personas que han pensado en suicidarse; los comprendo porque por ahí comienza mi historia (algo así como mi historia moderna). Una madrugada caí frente a la puerta del estudio que tengo en mí casa... Me dejé guiar por mis instintos; a los pocos minutos tenía la escopeta de mi abuelo en mis manos... Esta no tenía carga; pero lo que representaba era mi ira; mis ganas de golpear a la vida tan fuerte que no tuviese potestad alguna sobre mí... Saqué a mi amiga de su estuche; la canon de 5mp que me ha acompañado a todos lados (y esto lo digo literalmente) decidí fotografiarme con la escopeta; registrando todas las maneras posibles para suicidarme... Para acabar con la parte que no me dejaba disfrutar la vida... Luego, me senté frente a la computadora; aún sentía ira... Así que pensé en escribir lo que sentía; tal como lo hago hoy... Esto me llevó a abrir una parte sencible al entorno; una que pedía a gritos una razón para continuar... Para dejar de pensar en que nada tenía sentido...

Al siguiente día; cuando caía la noche... Me encontraba viajando en un microbús, comencé a sentirme inquieto... Comencé a sentirme perseguido... Tanto que decidí bajar... Caminé un poco... Entré a un centro comercial y entre la multitud solo cobraban relevancia las personas solas... Comencé a sentirme identificado; pero en sus miradas había una pizca de conformidad que yo no lograba asimilar... Entré al café al borde del llanto; buscando calma... Paz... Razones... Y comencé a escribir de nuevo... En ese momento pensé que debía escribir hasta sentirme totalmente tranquilo...

Con el tiempo descubrí miles de razones para escribir... Escribí para un ángel... Escribí para mí... Escribí para la vida... Y cuando menos me lo esperaba y justo unos días después de haber publicado una especie de anuncio "se busca" Una de las más grandes razones tocó mi vida...

Digo esto porque la razón de que escriba el día de hoy... Y la razón de que haya cambiado de parecer tantas veces sobre "abrir o no abrir el espacio" Es la misma que llegó ese día comentando mi anuncio... Es la misma que me impulsa a registrar este día como doblemente especial... 29 de octubre; 11pm. FELICIDADES ELY!! En serio espero que hayas pasado un día genial... Creo que la mejor manera que encontré para que la vida no tenga potestad sobre mí; la cultivaste vos... Porque has seguido las cosas que escribo... Y no sos la única; pero cobrás gran importancia... Porque a pesar de la distancia, lográs aparecerte en el café... Llegás como viento... Llegás cada ves que se abre la puerta; de manera especial me regalás tus palabras... Y después de más de un año de haber pedido razones, puedo decir claramente que la vida es genial... Nos regala amigos que nos sostienen y nos ayudan a abrir los ojos para vivir realmente...

Eso quiero para los demás; eso quiero que sea este lugar... Un espacio donde fluya la vida... Sin pedirle permisos a las leyes de la literatura; ni pedirle canciones a las aves... Simplemente deseo plasmar lo cotidiano de la vida; para que todos logren ver a través de mis vivencias lo especial que es la vida...

Espero que al entrar... Vayan al fondo; ahí está una silla vacía esperando por ustedes... Y espero también que cada vez que busquen paz; tal como lo hice hace tanto tiempo; piensen en este café; que está las 24 horas; todos los días del año... Para que ustedes puedan descanzar...

 

Jorge A. Merino
Café / Todos los Derechos Reservados / Abril - 2008

COFFEE TIME