El lapso de tiempo que recorre mis pies de sol a sol.
Profundidad almacenada como grano fértil en mi mirada, en el celeste del cielo despejado y el azul del agua del océano.
Unión de colores inexplicable, tal como la explosión entre su energía y la mía cuando nos encontremos.
Esa caminata llena de espera, porque nunca se sabe que pasará a la vuelta de la luz...
El regalo que jamás terminaré de agradecer, acción, descanso, horizonte... Y mí destino.
saltar y saludar a lo que hoy es "mí mundo", porque mañana seguro no estaré aquí... El café a solas, luchar segundo tras segundo y respiro tras respiro para fijarme un poco menos en los que me rodean y enfocarme en mí interior.
Un quintal de temor, alas de papel y los deseos incalculables de "no ser alguien más".
Espíritu de luz profundo, invierno, verano y lo desconocido. Camino y hogar. Espera y encuentro. Sorpresa y gratitud.
Todo lo que tengo, todo lo que soy, mí respiración, mis sentidos... La sensación de despojarme de las personas y las cosas durante un silencio profundo.
Jorge Merino
Café
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