Vuelo No 1

Apagué el interruptor, dejé que la oscuridad se apoderara de todo cuanto hay en la habitación... Logré así percibir cosas nuevas, sentirme solo, saber quién soy... Reflexionar sobre qué hago aquí... Sentirme libre de entrar y salir del juego cuando quiera... Inhalé... Volé... Me sentí más libre...

La luz que su cuela entra las ventanas que de hecho están cerradas me platica... Me acaricia... Puedo percibir su aroma a espinas, y darme cuenta que adoro el dolor de la oscuridad... Porque me hace saber y aceptar que estoy vivo...

Solo así puedo entender que tengo una vida, que es mía... Que puedo hacer lo que desee con ella... Incluso extinguirla en medio de la oscuridad que tanto disfruto.

Cuando levanto el vuelo... Me doy cuenta inmediatamente que olvidé mi cuerpo... Entiendo que no lo necesito para llegar hasta donde quiero ir... Amo esta noche de libertad, pasión y locura... Porque es en sus manos que puedo decir: "Soy libre... Soy yo".

Esta noche provoca la preocupación lógica... El hecho de poder volverme adicto a ella... Por un momento lo pienso... Al siguiente instante el aire que roza mi piel me dice... "sos libre... No pensés en más que en eso..."

Amo esta noche oscura... Sola... Hiriente... Porque tiene pinceladas de libertad que demuestran cuán libre soy.

Jorge A. Merino

Café