Hasta que el aire mueva tus alas y las mías hacia un mismo café, una misma aventura, o un mismo camino… Hasta que el sol se detenga unos segundos y se congele el tiempo que acecha palpitante diciendo “los frutos se recogen ahora”… Hasta que no hayan más cosas que detengan el momento, para que la respuesta al ¿hasta cuándo? No sea forzada. Vos lo entendés perfectamente y yo también. El ¿hasta cuándo? Se parece tanto al siempre… Porque resuena tu voz de amiga entre los suspiros de vida que transitan por mis caminos… Porque tus ojos son la continuación de todos los colores del horizonte en las alturas… Porque el café tiene un sabor a tu compañía, a tu concejo, a tu alegría.
Gracias por aparecer ángel!
Jorge Merino.
Jorge Merino.
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