Aunque eso no es lo que me hace reflexionar más... Sino que derrepente la "locura" llego a todas las esquinas, fue tan acechante que desee escapar... En un segundo sentía paz, al siguiente estaba sometido a órdenes que iban enfocadas a cultivar apariencias absurdas. Por qué cultivar apariencias, si esto podría ser un adagio de nuestro futuro?; por qué no romper esta tradición de tener que aparentar lo que no creemos o somos?...
Después de todo, debo decir que me hace feliz ver la felicidad de otros, no importa qué lo haya originado; aunque me gustaría escuchar en el viento que se sabe la razón exacta de por qué se están haciendo las cosas...
Llegada la hora... Los invitados...
Sonrisas, personas que jamás había visto... Tan similar a compartir unos minutos con las personas del campo... Aunque las personas presentes el día de hoy no llegaban a llenarme tanto.
Tres pasos más para poder saludar a los invitados...
Un juego de palabras de varios minutos con contenido contradictorio... En cierto momento sentí que buscaban crear una atmósfera en donde el matrimonio tiene el único sentido de llegar en algún momento al divorcio...
Las lágrimas me conmovieron. Las palabras de aliento llenas de espinas y fuego no... Que traten de ser ejemplo, sin poder serlo... Eso me transporto a una lucha diaria...
La reunión, minutos necesarios...
Minutos que hubiese querido vivir de otra forma...
Pero la felicidad, es el elemento que hace que valga la pena...
Jorge A. Merino
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