Que feliz soy escondido detrás de su oreja, respirando la mezcla del entorno con sus sueños... Viendo con ojos cerrados, sintiendo la danza de nuestros corazones en el silencio de la noche.
Como deja de importar el paso del tiempo cuando está entre mis brazos, el cansancio se desvanece cuando juntamos nuestras manos; y los besos... Vienen, van, juegan, permanecen, dan lugar a la conversación... Y vuelven... Amo sus besos...
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