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26 de diciembre de 2009

Líneas entre tragos - free love

Hermosa época...

Hace unas horas no hacía más que pensar en lo insensible que me estoy volviendo ante la "felicidad" de los demás... Puede que mi punto de vista sobre la vida tenga que ver mucho con lo que sentía y siento... Quizá puedo culpar a las enseñanzas, a las líneas escritas y leídas, a las personas que se van y llegan, pero sobre todo a los conceptos que voy aprendiendo con la fabuloso método de "prueba y error"...

Me encontraba en el autobús [destino?... El café de la tarde...], no pude sentarme como una persona "normal"... Para algunos pudo parecer que me senté con la espalda sobre el costado del autobús con los vidrios moviéndose una y otra vez para no dejarme dormir, solo para parecer diferente... Ciertamente, mi sub conciente lo pudo haber hecho por eso... Pero mi conciencia no. Lo hice para poder ver quiénes suben y bajan del autobús... Con mis gafas oscuras parezco tener la mirada perdida hacia la otra ventana, pero en realidad de reojo veo a todos (as) los que suben... De vez en cuando el aire se contamina con algún olor proveniente de algún río contaminado, o de algún basurero improvisado dentro de la ruta del autobús - Puedo decir que hasta esos olores tan poco deseados vienen bien - Porque de lo contrario no sería capaz de absorber con tantas ansias el aroma fresco de alguna mujer que pasa frente a mi asiento, me mira... me analiza... y luego se sienta en el siguiente asiento... Parece buscar provocar alguna reacción en mí, pero como dije antes... últimamente me he vuelto un tanto insensible ante este tipo de cosas... cosas como "distracción", "felicidad", "amor", en fin... no se si pensar que ese lado de mis ganas están siendo torturadas y están entre escombros ensangrentadas sin poder reaccionar... O si dentro del camino que he llevado debía estar aquí... Sintiendo el velo suave de esa mujer dirigiendo una y otra mirada hacia mi cuerpo recostado sin ganas de hacer absolutamente nada. Quizá su intento no es suficiente, o mi conciencia diciendo "para qué verla, si al bajar no volverás a saber nada... una más, una menos... qué más da", tiene más poder...

Su fragancia: Estoy tan atento a lo que sucede en el autobús que rápidamente, sin haberla visto directamente puedo decir... "splash de melocotón"... [que a qupe huele eso... pués... para mí... huele a mis ganas...] silueta delgada, cabello claro, piel trigueña... cinco segundos de existencia... una par de años de ausencia y deseo de calidez... Una mano suave, expresión decidida, agenda apretada... [que cómo se todo eso... No sabría explicarlo.]

Un retoque de maquillaje me hace seguirla por el retrovisor... Una artista!, la naturaleza guiando su mano para hacerme volver la vista hacia ella... La certeza de saber que estoy apunto de verla... Un retoque suave de labial... Una sonrisa al dirigir la mirada hacia mí - perdido en el retrovisor - Al bajarme, debo arreglar mi mochila frente a ella... unos diez segundos de su mirada, una expresión que está entrando por los portales cerrados de esas ganas que venían desfallecidas... Bella!...

Hace unos días... No podía sonreír a pesar de ver a un señor de avanzada edad frente a mí en el café... Haciendo malabares con las bolsas llenas de regalos, un niño - al parecer su nieto - siendo atacado por la impaciencia de querer jugar con el presente listo para él....
Tantas cosas pasaron por mi mente en ese momento... felicidad - quizá - añoranza... y al final indiferencia...

Segundo café del día y lo que hacía falta para sentirme agradecido por todo lo que puedo hacer era un flan de queso y recordar a esa mujer... Que fácil es sonreir trayendo su aroma de nuevo a mi lado... su sonrisa... su deseo de hacerme verla y mis pocas ganas rotas ante su belleza...

Jorge Merino
Café.Dic 2009
Free Love. Deep Dish.

22 de noviembre de 2009

LA PELÍCULA

Entonces imaginé que mi vida cambiaba, dejé por un segundo de pensar en las cosas que me rodean, me pregunté dónde estaré al paso de algunos años, pensé también en quién podría estar acompañándome en ese momento… Dejé de vivir unos segundos de “mi actualidad” para respirar tu aroma de la mañana, para escuchar tu voz saludando por teléfono o para estrechar tu mano mientras camino.

Dejé de pensar de saludar al señor que barre las calles por la tarde, ese que por un motivo y otro decidió cambiar de horario y no cubrir mi calle mientras yo dormía aún, tal y como lo hacía el barrendero anterior… Al que jamás vi y siempre supe que existía porque no había ni una sola hoja en la cuneta, aquél que una ocasión decidió llevarse el sillón desechado, del que me habló mi vecina un día después.

Dejé de caminar para ver a los tipos que no descansan de reparar muebles, a los que veo a toda hora lijando y barnizando… Aunque venga de tomar un café, una cerveza, no importa qué, siempre están ahí… De los que la única cosa que quiero saber es cuál de ellos molestó a una de mis hermanas al pasar, cosa que al descubrir tampoco sé a dónde me llevará.

Dejé de planear tomar el microbús vacío para tomar el penúltimo asiento, el que me garantiza viajar solo y me da la comodidad de ver a todo el que sube o baja, el que alimenta mi síndrome de persecución, el que me hace sentir que hay un espacio que no quiero afrontar, el que me hace ver y desear cerrar los ojos simulando que voy dormido.

Quise pensar en qué sucederá cuando el tiempo confirme que lo perdí todo. Quise pensar en qué pasará cuando te vea a los ojos y sea capaz de pronunciar un “jamás dejé de amarte”. Desee imaginar tu rostro, traté de sentir que te conocía de nuevo, pero aún así no supe descifrar si sonreirías complacida o voltearías diciendo “no digás eso, todo va estar bien…”

Jamás entendí que cosa buena puedo lograr en medio de este vacío. En el que solo anhelo tu abrazo. En el que solo veo tu rostro. En el que independientemente que decida vivir “el presente” o pensar en “el futuro” estás…
No se lo digás a esa mujer que trata de ganarse mi corazón… Ese al que renuncié cuando dije “si es lo que ambos queremos, que sea así…”

Mi cama tiene una cita más, el desorden en la recamara es inminente pero no deseo en lo absoluto reparar nada… Algo en mi interior desea que todo siga su rumbo, que las manchas que hago con las viejas latas de spray vayan tapando con sobras al pasado que yace sobre la pared mal pintada… Que por algún extraño motivo desee despertar a preparar el desayuno pensando en más que “un café”. Que la vida me regale suficientes fuerzas para no temerle a la mañana que entra por la ventana que había decidido tapar con un paño oscuro para no ver cómo luce la puta cama vacía… Tan parecida a mí.

Jorge Merino [CAFÉ]
"Cartas para que leas a solas y digás que sentís lo mismo"
¿La película...? "una comedia que te deja sin ganas de reír por un momento y te hace agradecer por el presente, porque el pasado no se resuelve con nada, ni con cien mil cafés a solas y el futuro no te deja saber cuántos faltan por tomar acompañado... El último, ese si se con quién será...

20 de octubre de 2009

el dia en el que la vida te dio una sorpresa que no esperabas

Tú esperabas que yo fuera un poco más que un cofre lleno de sentimientos para ti, esperabas que cada mañana hubiera algo más que un beso y un desayuno… Más que un “te quiero” mojándose en la ducha, tratando de seducir tus deseos…

A veces no entendemos lo que está pasando, pero es lógico que en medio del silencio, encuentren la muerte miles de aves que soñaban con llegar muy lejos y que a su paso pensaban en coincidir con algunos labios…

A veces no logramos ver que las caricias medio muertas y las miradas perdidas que jamás habíamos visto son la clave para saber que un barco esta zarpando de nuestro puerto… Va con velas… Hacia una tormenta y con provisiones para no volver jamás.

A veces entre tantas explicaciones sentimos que lo que sentimos es lo único que queda.

Te das cuenta que la vida te quitó el aliento, pero te regaló una mirada tan profunda como el mar, comienzas a casarte con nuevas ideas… Y por lo que te pasó… logras sentir lo que les sucede a los demás.
Te ves en una etapa de transición que no tiene límites… “El cofre” comienza a rebalsar de nuevo; y es ahí cuando recibes una llamada… De un amigo o de tú pasado… En medio de la conversación a cerca de tus deseos comienza una tormenta, nacen suspiros y preguntas…
El abrigo que recibes al colgar es el que te brindan las cuatro paredes y la soledad de la habitación, tú perspectiva cambia y el temor al pasado se apodera de tú lugar… todo se mueve debajo de ti…

Tú esperabas poder marcharte y que, ¿quién sabe cómo? Yo lograra comprender sin decir nada, esperabas que las luces de mi habitación vacía me calentaran por ti en las noches y que la ventana se abriera por las mañanas para dejar entrar un poco de oxígeno cuando me encontrara agonizando…

La vida te quitó el aliento, pero al paso de los meses, después de tantas llamadas y de dar gracias por caer más y más tratando de aprender a tener fe en algo impalpable, después de haberla tenido como credo en tus días y noches, en las comidas y en los ayunos, mientras caminabas o escribías… La vida te dio grandes sorpresas y te enseñó un nuevo puerto… Recibiste una carta llena de aliento…

En ese momento me detengo, porque en meses de desdicha, la esencia no es la misma… Aprendes a levantar la mirada y le enseñas a tus manos a decir lo que sienten de nuevo…

No podrías terminar de agradecer ese mensaje, alguien en lo lejano te enseña cómo te ves desde el otro lado del mar…

Al principio, tú cuerpo lo recibe y no haces nada más que hacer preguntas, el valor que ha nacido en ti se deleita con sus palabras certeras, sin haber hecho nada recibes lo que en el pasado habías deseado.

Quién sabe por qué pasó esto, pero un mensaje y la consecución de la historia, es lo que me ha traído hasta acá…

Encontrarle el gusto a la poca compañía; y a ver que es lo que los demás hacen, tratar de verte diferente y que cuando alguien por curiosidad lleve su mirada hasta la tuya reciba una sonrisa en un sobre de invitación a pasar y quedarse a tomar algo; esa es la llave del nuevo cofre que contiene el tesoro que ganaste en algunos meses.

Te levantas y vas a algún bar, no tratas ya de suicidarte ni intoxicarte; solo vas, te sientas, admiras las luces, ves como si hay una diferencia palpable entre la mesa del fondo, la de la entrada o la barra… Comienzas a sentir las luces como loco… Te sientes descuidado y resumes que “talvez” si existe necesidad de labrar un nuevo estilo de vivir la vida… Todo eso pasa en un instante y luego una mujer te dice que te sientes con ella, te hace sentir que eres bien recibido en el lugar; dices gracias y vas a la mesa del fondo. Esta tiene una luz tenue, que viene de una lámpara de apariencia antigua… Sacas unas hojas y pides un lapicero y algo de beber… Ambas cosas llegan enseguida, están sobre tú mesa y te percatas de que puedes ver por la ventana o si lo prefieres hacia todas las mesas, tienes una excelente vista; pero te detienes y agachas la mirada, te quedas tan en blanco como el papel que tienes… te fijas en las sombras suaves de la copa y el cenicero que no te sirve de nada… colocas tu teléfono en “silencio” y te concentras hasta escuchar que la respiración que estaba agitada se va calmando poco a poco…

Vienen muchas ideas en camino, pero las detienes haciendo la observación de que no has pedido nada más, sientes que estás bien así, tienes miedo de tener más… Pero cuando levantas la mirada de nuevo y ves a la mujer que te lanzó la invitación cuando entraste, ella sonríe… y sabes que todo lo que viene es cortesía de la casa, entonces sólo comienzas a escribir.

Abarcas un gran camino dejando cosas inconclusas, por más que tratas hay un tema, hay otro, y nada llega a un final… Y cuando vas a darle el segundo trago a tu bebida solo tienes ansias de sencillez, de dejar atrás las metas ligadas a la plata, de pensar que sí vale la pena estar ahí solo… Sabiendo que hay invitaciones en espera; y que aunque sabes que jamás llegarás a aceptarlas te sientes bien por ello y das gracias…

Una de las cosas más bellas de la vida es amar la sombra que dibujan las luces en la mesa o en el piso cuando acarician tu silueta…

La vida es una paloma mensajera… Últimamente está dejándose ayudar por la diosa tecnología, es increíble sentirte así de cerca mientras leo tu alma con lo que me escribes, nace en mi la inmensa curiosidad de saber quién eres o de preguntar de dónde saliste… quiero saber si en realidad eres así de suave… Comienzo a sentir la necesidad de descifrar el sentido de todo lo que me dices… Te vuelves elemento de admiración porque eres sencillez hecha palabra; te vuelves admiración cuando doy gracias por contar con mis ojos para ver tu fotografía que es una ilustración perfecta de tus sentimientos… Así de bella… Así de suave…
Quizá tú no esperabas que tratara de relacionar cada oración de tus mensajes a tu rostro… Pero, ¡cómo no hacerlo!... Amo describirte en mi pensamiento para que seas parte de mi alma… Saber que estás lejana, porque te conviertes en deseo… Sentir que algo fluye en mi interior y que ese algo se robe tantas sonrisas…
Quizá no esperabas hacerme lucir como loco con tus palabras, pero si ese fuera el hecho, temo decirte que ya es demasiado tarde, porque en muchas ocasiones mientras pensaba y analizaba tus mensajes, tantos vieron una sonrisa dibujada en mi rostro que acompañaba a la mirada que traspasaba el papel… Y que te veía perfectamente al escribir…

Es necesario tener presente que la lejanía, los sentimientos y la vida, están haciendo el amor en una orgía que no necesariamente tiene algo que ver con éste mundo… Saber esto te ayuda a sentir la paz en medio del naufragio…

Recibes tantas noticias, que pareces edificio del Gobierno acumulando todo en un escritorio que está designado a los casos sin resolver o a posibles prófugos de la Justicia.

Una de estas noticias es un embarazo… Cuando una amiga te habla de esto te preguntas ¿por qué a ti no?... Sirves de aliento; y del interior te surge una rosa que después de horas de plática hace florecer una sonrisa en ella…

Tú sabías que algo andaba diferente últimamente; y logras entender que te has convertido en un libro lleno de historias de los que te rodean; y mientras tanto, ya diste el tercer trago a la bebida…

Sabes que para los demás, así como para ti. La vida cambia en cada instante; unos segundos de amor hacen que la vida se convierta en desesperación… En un instante junto a una ventana te das cuenta como cambió la vida, pasaron mil personas y tú estás congelado en el tiempo porque la vida te dio la oportunidad de estarlo; en éste momento no logras comprender ¿por qué? Y la mano comienza a dolerte de tanto escribir… Así que descansas diez segundos; pero el entorno te obliga a seguir caminando hacia el vacío y no hay nada que lo pueda detener.
Mientras caminas ves que en el suelo está un Señor con la piel sucia y te preguntas ¿Qué hace ahí en medio de la calle?... Hay mucha gente que sólo pasa y pasa; cada alma es una historia; es el conjunto de los cambios del tiempo… Te paras a tres metros y te das la vuelta para regresar la mirada hacia Él; y con dolor ves que no puede caminar y que se encuentra comiendo en el suelo, los demás hasta te empujan para abrirse paso y tú te diriges a la vida y la tachas de injusta; luego Él, con una mirada te hace sentir felicidad y te das cuenta que está agradeciendo la coincidencia, con su mirada te llama amigo y al mismo tiempo te suplica por una moneda. Te dice que te agradece porque la vida entre una cuestión sin razones y otra lo congeló para que se quedara en ese lugar observando como los demás siguen hacia el vacío; mientras a Él lo llegarán a traer unos ángeles a ese lugar habiendo echo todo lo que tenía que hacer. Te cuenta que al igual que tú, es dichoso porque algunos que solo pasaban por ahí lo lograron ver y le brindaron alimento.

Mientras todo esto sucede tú sigues estúpidamente tachando a la vida de injusta, sientes que ya no puedes más con tú alma en ese instante y tímidamente le ayudas con algo, sientes que te molesta la idea de saber que no podrás cambiar su vida y que a lo mejor solo te conviertas en la historia que estará en sus ojos cuando otro se detenga. Tocas su camisa, ves la mala situación que él vive y te das cuenta que no te sirve de mucho realmente portar una camisa, pantalón y sandalias de almacén “inalcanzable” y oler a lo último en fragancias. Te conviertes en desilusión cuando ves el vaso con tres monedas de un centavo y dos de veinticinco que tiene en su camisa y cuando te toca, por un instante logras sentir algo que jamás habías sentido… Es tan inexplicable como tratar de decir por qué escribes lo que escribes en tú vida… Te llenas de llanto y al darte cuenta que Dios te tocó por un momento sales corriendo, ni siquiera lo ves para guardar su rostro y mientras te cruzas la calle desconcertado casi te atropellan, sigues caminando… Tan rápido como pueden tus piernas y no vuelves la mirada porque tienes miedo.

En un momento de desdicha y de interrogación está guardado el cofre de gratitud, está la llama que te hace vivir; y está contenido el soplo de vida que necesitas para ser feliz…

La dama se levanta, pero te da su número antes de marcharse… Le regalas una sonrisa y mientras tomas el papel sabes que ella ha leído tu historia. Cuando ella va de espaldas, tu mirada la recorre por completo y con el alma medio perdida le das el cuarto trago a la bebida.

No todo lo que tomas sabe igual; a veces es mejor dar gracias y no tomar nada, nunca sabes lo que la vida te ha ofrecido; pero si te tomas el tiempo necesario para elegir seguramente te sabrá muy bien.

Casi se te corta la respiración, entonces al no poder más comienzas a caminar despacio, tratando de olvidar comienzas a fijarte en los edificios y a comparar el humo con la neblina; el polvo con ideas que todos respiran… Escuchas que las voces de todos los que te rodean, en conjunto se vuelven nada; y que poco a poco puedes ir prestando atención a uno a la vez. Es así como el panorama es claro, porque te das cuenta que todos somos diferentes en algún punto; ves lo colores, sientes los olores, escuchas sus respiraciones y en medio de sus vidas agitadas les suplicas que así como tu los separaste de la nada, te separen a ti también al mismo tiempo que les preguntas ¿qué hacen ahí? La vida con sus pequeños inconvenientes te ha explicado que no debes insistir en robarle el tiempo a alguien que no lo desea; en pocas palabras y con una ironía a flor de piel, la vida te ha dicho que no se trata de robar, sino de coincidir y descubrirte si lo deseas.

Eso venía contenido en tú mensaje, una coincidencia, una luz que se aisló de las demás, una sonrisa que muestra felicidad de manera distinta a como lo hacen las demás; una mirada que estando congelada por un momento en una fotografía anexa, contiene paz y calma para mi respiración, es por ti que decido dar el quinto trago a la bebida, talvez me he precipitado, talvez no era necesario; pero mientras lo hacía te sentí tan cerca como tu a veces has dicho sentirme a mi en algunas ocasiones; es por eso que tú coincides en algún punto, y doy gracias por haberme tomado ese trago contigo; porque te apartaste de los demás justo en el momento en que yo estaba por convertirme en nada.

A veces no es uno el que debe decidir, es más, en ocasiones, ni uno ni otro deciden, simplemente pasan las cosas, se crean nuevos caminos y se cambia de un instante a otro instante. Sólo debes aceptar que eres un instante en medio del tiempo.

No importa lo que decidas, no hay excepción para llegar a estar acorralado y que te des cuenta que tienes una razón de ser, eres libre, pero en algún momento eres parte de un eslabón.

Te das cuenta que para muchos la vida no es más que una sonrisa fingida en dirección al vacío; que son parte del instinto… que el instinto los vuelve esclavos del camino hacia el suicidio. Sus ideas se pierden, a veces lloran desesperados; se enojan y hacen tantos reproches como un niño y jamás saben ¿por qué?; sólo caminan como idiotas hacia el final del camino.

Mientras piensas eso, conoces a muchas personas; quizá no tantas como el total, pero suficientes para cultivar en ti lo que estés dispuesto a cuidar. La conversación que más anhelas es la que habla de la vida en forma sencilla, la que no usa adornos para impresionar a nadie… La que encontraste en aquél vendedor de cinchos que conociste en una de tus salidas…

La compañía que más te deja, es la de ese amigo que sin tener mucho para él y los suyos, encuentra un tesoro y te lo ofrece. Esto se vuelve una decisión difícil porque no sabes si tú mereces lo que te está brindando.
Aceptas tímidamente y te muestras preocupado porque no encuentras algo para él… Y sin conocerte mucho, él lo nota y sonríe para ti diciéndote que no te preocupes porque no le debes nada; que a él le vasta con haberte conocido.
Mientras te dice eso, comienza a contarte sus problemas, pone su mercadería en el piso, junto a ti y le anexa una invitación a comer… Tú sigues muy apenado; y él sin conocerte, llama a una señora que va de paso y le pide un pan de chocolate y un café… Sonríe de nuevo y te dice que personas como tú ya casi no se encuentran.

Ese día habías salido a encontrarte con la vida, habías dejado tú cotidianidad guardada en la recamara junto a la camisa nueva y te habías puesto la ropa que te hace sentirte tú mismo, con la que te sientes cómodo. Llevaste al salir un maletín azul, unas latas de spray y papel. Querías pintar el mundo a tu antojo y ya ni recordabas que hace tres semanas exactamente habías conocido una persona a la cual le habías pintado un mundo subacuático, en él habías puesto dos delfines y una pirámide que significaba el principio y el final; que ambos habían dicho que ahí habitaba la esperanza y que desde la cumbre venía un rayo de luz. No recordabas que ese día habías sido conmovido por una noticia y que aunque lo normal era que te dieran dinero por tus pinturas, te habías resistido a aceptar algo a cambio. Él te lo recordó hablándote de su hijo que está en el hospital… Te comentó que su mercadería tiene una razón de ser, te mencionó lo difícil que es terminar un mes y gritar desesperado porque no te alcanza para la medicina del cachorro y para la comida de la familia y que siempre de la nada surge una luz que te ayuda al final del mes.

Te contó que el cuadro en realidad no era para el cachorro; sino que para su mejor amiguito… Un niño un poco más pequeño que sufre de cáncer… Te dijo que ha servido de luz para que el cachorro luche por meses y que al final del mes piensa en ellos dos para volver a cargar la mercadería y salir a ganarse la vida. En medio de tan hermosa plática, se detuvo para preguntar sino te ofendía con sus cosas y si te había gustado el pan y el café. Tú no tenías fuerzas para generar una palabra y haciendo una broma te dijo que te tomaras el sexto trago de tu bebida porque no era su intención ahogarte con sus historias. Todo el mundo se detuvo ahí, cuando él te echo el brazo y te dijo que eres su amigo y que él por sus amigos puede entregar la vida… Te dijo que el amigo del cachorro estaba más que feliz con el mundo que le habías pintado. Sonriendo cada vez más se acercó para comentarte que el cachorro estaba celoso porque a él no le habían llevado un mundo pintado; pero que había entendido perfectamente que a los amigos se les da todo.

Luego te contó que el cachorro era la razón y la luz de su vida; que hace unos años él había andado en caminos oscuros y que estuvo un tiempo en la cárcel.

Él te afirmó que ese no es un lugar que le desearía ni al peor enemigo, si es que existe; porque ahí pasa de todo, te contó que una vez tuvo que ver como por territorio golpeaban a uno de sus compañeros hasta dejarlo medio muerto, que había pasado en recuperación dos meses por las heridas y que le habían dado el tiro de gracia cuando regresó a la celda, que jamás lo había contado hasta hoy; porque aunque estuvo presente, tuvo que callar porque lo amenazaron de muerte si decía algo. Te dijo que ahí no podía encontrar amigos como tú y que aunque pesa mucho la mercadería, él prefiere mil veces cargar con eso y platicar contigo que volver a la oscuridad, agregó además que el cachorro está golpeado y que por él también podía cargar con todo eso, todos los días.
Hizo un silencio para preguntarte si no querías algo más. Le diste las gracias y le diste la mano para que el sintiera y supiera que tampoco tu encuentras gente tan especial como el todos los días.

Entonces recordó y dijo que una vez uno de sus panas al que le decía “el tranza” había llegado a la casa y que muy seguido lo hacía; ese día se había llevado al cachorro sin decir para donde. Ese día cuando él regreso de trabajar había sentido la peor de las angustias hasta ese momento… Le llamó y no contestó… su mujer no sabía dónde lo había llevado y que había pasado todo el día afuera. Luego el silencio fue roto y el cachorro venía con un delfín inflable en sus manos y “el tranza” con unas piezas de pollo en una bolsa, papas fritas y una piscina inflable; te dijo que en ese momento paso todo por su mente; Pero que al ver al cachorro feliz todo se volvió silencio, que fue acompañado por “El tranza” diciéndole que le había comprado todo lo que él había pedido y que lo había llevado a la playa a uno de esos hoteles cinco estrellas con piscinas y juegos para niños; y sonriendo mencionó también que el cachorro había comido hasta decir ya no…
Jamás había visto tan feliz a mi hijo como ese día, agregó… Y un par de meses después conoció el hospital.
Cuando encuentras a alguien así, quieres que la vida no siga su rumbo y te permita estar con él todo el tiempo; pero luego te enseña que debes aprender a no ser tan egoísta, y que esa luz tan inmensa puede ayudar a muchos más a ver el camino por donde van.

No se trata de llenarte de amigos y atraparlos como aves hasta que estén “seguros” en una jaula, con el paso del tiempo aprendes que puedes ver la diferencia que hay en todas las luces y como al mismo tiempo en un solo lugar pueden iluminar a muchos y no sólo a ti.

En ese momento se acerca a ti un mesero y te pregunta si no quieres algo para acompañar la bebida; le respondes que no… Que no debe preocuparse porque todo está muy bien en tu mesa… Se disculpa por la interrupción y sigue con su trabajo. Entonces tu mirada recorre lentamente cada mesa; en la del centro, justo en la entrada del bar, hay cinco amigos, bromean a cada instante y comparten las últimas noticias de sus vidas y las de otros que no pudieron llegar; ellos eligieron unir dos mesas y han llegado a comer y platicar… Entonces tú recuerdas al verlos que hoy no hubo necesidad de almorzar. En la mesa lateral hay dos personas que consultan información en una computadora portátil, están extasiados hablando de la empresa y compartiendo un cigarrillo… Ellos dan cierto toque al lugar; los demás no se dan cuenta de que ellos están ahí solamente por negocios. En la barra hay tres personas muy separadas entre sí… Un hombre que ya no puede ni con él mismo, se queja a cada instante de la vida… él decidió ahorrarle trabajo al mesero y se quedó ahí para que le lleven las bebidas con mayor eficiencia, su único objetivo es apagar la conciencia.
El otro hombre sólo tiene una bebida, al igual que tú y parece ser muy amigo del dueño del lugar, ha llegado a ver la televisión, quiere olvidarse de su vida rutinaria, desea olvidarse de su mujer que lo espera y de su hijo que cayó en drogas… Con la misma intensidad desea caer en un vacío inmenso o entre las piernas de la tercera persona que está sentada en la barra. Es una mujer joven, bella, con mirada incitante; pelo ondulado, vestido corto color ocre, tiene un collar que le queda a la perfección, se desliza suavemente sobre su pecho que se luce por el escote pronunciado… Ella tiene dos bebidas y está ahí porque acaba de ver a su novio con otra mujer; hace un rato ella le explicó al bar tender en voz alta que prefería estar ahí esperando que la vida le lance una invitación para desahogar todo lo que siente; porque de no estar ahí, seguramente estaría detenida por haber matado a los dos hijos de puta; pero que al final de tantas ese asunto no vale la pena.

Viéndolos a todos te das cuenta que cada quien tiene su oportunidad para vivir el camino que desea; y mientras piensas en eso, te detiene el ruido de dos bancos que se mueven al mismo compás… miras que dos de la barra pagan su cuenta, le dejan algo de propina a la vida y escogen lanzarse al camino que deseaban mientras cruzaban miradas. Tú dejas tu bebida por un momento y vas al baño, refrescas un poco tú cara y le permites descansar a tú mano que ya se queja por escribir tanto. Al regreso le das el séptimo trago a tú bebida, te acomodas de nuevo y sonríes para ti mismo recordando a los dos que se acaban de ir… Observas el número que te dieron y sientes que tú respiración jamás había estado tan calmada. En ese momento recibes una llamada de una amiga; ella te pregunta ¿qué hay con tú vida? Le respondes que todo anda de maravilla, te hace una pregunta en tono de broma y menciona a tú ex. Le dices de nuevo que todo bien y le preguntas ¿cuándo podrán verse? Ella es una de las que leen las locuras que escribes cuando la vida te congela en algún lugar, ella es una gran conversación, llena de sencillez, es espontaneidad hecha mujer, es compañía deseada y logra ser recordada a cada instante; es el mejor vaso con agua para calmar algunos dolores…

Las llamadas caen en el mejor momento, a veces inexplicablemente las líneas están saturadas, se va la luz o se acaba el saldo… La compañía decide descontarte por alguna tontería o te roban el teléfono, pero así continúas y en algún momento caerá la llamada que esperabas.

Alguna vez en la vida has esperado un mensaje, alguna vez te han pintado la cara con la inquietud de que recibirás una sorpresa, has rogado porque llegue el momento, la visita, lo que esperabas. Me imagino que talvez no pensaste en lograr todo eso en mi, talvez se te ocurrió que sería una semana más y que al final te escribiría algo dándote las gracias quizá. Te puedo decir que si pensaste así tenías razón… Escribo todo esto y aún siento más, pero el camino que decido escribir es éste, ningún otro sería igual en éste momento. Quizá al recorrerlo escriba más… o quizá no.

La vida es la luz que ilumina la mesa en donde te sientas a pensar ¿por qué conoces al alguien nuevo en tú vida? ¿Por qué te hace aparecer entre todos los que van de paso? Es la luz tibia que te hace congelarte en algún lugar, es la luz que le permite a los ojos ver tus mensajes y te hace sentir tan cerca de la persona que lo envía… La vida te hace sentir tantas cosas, que llegas a decir en voz baja si ¿tú no deseas algo para acompañar la lectura de mi alma? Además te impulsa a decir ¿estás bien así, o te incomoda la conversación?

Los caminos lejanos son los más difíciles de recorrer, quizá tengan tantas cuestas que en algún momento te veas obligado a detenerte y pensar en tomar otro o regresar. Pero si lo recorres todo… Al final habrá un lugar hermoso para ver como sale el sol, para ver como pasan las nubes acariciando el mundo y como las estrellas fugaces le conceden tantas cosas a las personas que están abajo. Desde ahí verás que existen más colores de los que puedes imaginar en éste momento y que sólo la vida sabe combinarlos todos para pintar un mundo para cada uno en el mismo instante.

Si quitas de tú mente los prejuicios y el amor a algunas banalidades y se lo regalas a la abuelita que descansa en una acera, podrás conocer a una madre… verás su mirada triste, el delantal, el vestido largo con estampado de flores, una bolsa blanca llena de trapos y cartones importantes y una invitación a ser parte de su historia…
Te sientas a su lado mientras todos te ven extrañamente, llegas a sentirte intimidado por sus miradas y resistes el momento que en realidad importa; porque de lo contrario saldrías corriendo de ahí. Ella te pregunta sonriendo si tienes novia… Le dices que no; te halaga diciéndote que en su época personas como tú habrían tenido por lo menos tres novias y una esposa. Le sonríes tratando de guardarle respeto y de no decir nada que vaya en contra de su credo; porque sientes un enorme cariño por ella, aunque es una desconocida no le llevas la contraria y descubres que era verdad el concejo aquél de que no hay peor decisión que llevarle la contraria a una mujer; te das cuenta de que es verdad, porque al no hacerlo; la conversación don doña Julia va de maravilla… Te cuenta muy triste que su familia se desentendió de ella porque tenían que viajar al norte y no pudieron conseguirle la visa, que le habían dejado una casita pero no pudo mantenerla más y se la arrancaron… Que jamás supo de ellos otra vez y desde entonces se encuentra comiendo y viviendo de lo que le dan los que se detienen por un momento en ese lugar.
Ahí te das cuenta que tú presencia le ha servido para ser diferente por unos segundos y que ya todos los que observan perdieron importancia; tú estás con tú madre… estás con doña Julia, viviendo a su ritmo de vida.
Ella te cuenta que durante algún tiempo hace mucho, se dedicaba a vender dulces y otras golosinas; que todos iban a su casa y vio a muchos pasar por ahí; te cuenta que en ese entonces no había nadie que le pudiera hacer competencia al sabor de sus quesadillas acompañadas de café con canela y pimienta gorda. Te dice que los jóvenes llegaban a platicar en su negocio y que ella les había mandado a hacer una banqueta con todo y mesa de cemento para que no estuvieran parados y se sintieran cómodos; todas las tardes llegaban y ella se sentía muy feliz porque tenían un lugar donde estar para que no pensaran en andar en malos pasos. Te cuenta que algunos de ellos son estudiados, que ahora ya ni la reconocen y que a veces llegaban para ver si su hija les correspondía, pero que ella sacaba la escoba para decirles que si seguían con lo mismo los echaría a garrotazos… Te sonríe y dice que mientras pudo los detuvo, mientras tuvo fuerzas lo hizo muy bien… Hasta que un día su hija creció y se fue sin decirle nada porque estaba embarazada; ves como cambia la expresión de su rostro y agrega… Ella creía que no sabía nada de lo que pasó… pero no nació ayer para no darse cuenta de todo… Al borde del llanto te cuenta que desde que ese hombre llegó con sus ideas de hacerse ricos y esas cosas, toda su familia comenzó a separarse; ella te dice que a veces ha pensado que él era el mismo demonio en persona y que se los llevó uno por uno a todos, mostrándoles dinero, casas lujosas, ropa y todo… y que fue así como se olvidaron completamente de ella.
Tú no puedes contenerte y sueltas un par de lágrimas y le dices a doña Julia que lo sientes mucho y que seguramente ella sea un ángel y por eso le pasó todo eso.
Ella te mira y te agradece las palabras porque jamás se le hubiera ocurrido eso a ella sola, te mira alegre, te conviertes en su respuesta y te da un beso en la mejía… Tú la abrazas y le dices que desde ahí ella sigue cuidando jóvenes, porque ese día te ha cuidado a ti. Ella sonríe de nuevo y te cambia nombre, diciéndote hijo… Y que debes continuar…

Cada vez que puedas solamente ser tú para los demás y para ti, cuando puedas quitarte las máscaras para mostrar tú rostro de niño para dejar que la vida te ilumine o te esa para iluminar algún rincón del mundo; sólo hazlo… No preguntes nada… Porque no habrá respuesta.
Si tratas de llevarle la contraria a tu corazón, esperando poder caminar rápido y vivir al mismo tiempo; talvez en la siguiente esquina, esté el final del camino por el que tanto te apresuras… Y no logres observar la vereda bella que había en el lugar por donde ibas…
Sólo debes ver la luz sobre la copa y luego fijarte que con siete tragos fue suficiente para contar una historia y que llegó a ti, sólo porque la misma vida te dio una sorpresa que no esperabas y que aunque no hubieron palabras junto a la sorpresa mientras caminabas para seguir tú corazón, encontraste luces que no podrías haber visto si te hubieras detenido a preguntar ¿por qué?
La sorpresa era algo más que una estampilla postal… Y más grande aún que unos boletos que no esperabas… O una nueva persona en tú vida dentro de una caja gigante…

Aquí te das cuenta que lo que no esperas llega y que el dinero que tanto aman muchos y que ayuda a perder a otros tantos; sólo va y viene… Y que lo realmente importante es sentarte en algún lugar y verte a ti mismo y todo lo que tienes para los demás mientras disfrutas de lo que los demás hacen dentro del bar…

Gracias Catalina,
Coffee Station, Metrocentro.
6:25pm 12-01.2008

PD. Después de un frozzen capuchino que me tomé en siete tragos para regalarte esta historia. Te quiero muchísimo… [Si te pasás por acá, sabé que me hacés falta Catalina preciosa!... podés regañarme por publicar eso, en realidad esa es la idea! Te quiero mu ángel y te deseo lo mejor siempre!]

"22" [de las cartas sueltas]

Sueltas mi mano como si no importara que la vida se me vaya con eso...
La sueltas y solo me queda el vacío inmenso que dejás en mi piel...

El piso inundado de sal me confirma cuán vacío estoy...

"A veces estoy tan abajo, que puedo sentir demonios en mis venas..."
"A veces estoy tan arriba, que puedo separarme de la vida para contemplar los rayos de luz que transitan por las calles..."

El piso inundado de sal me confirma cuán vacío estoy...

Jorge Merino
CAfé

"2" [de las cartas sueltas]

Y sucede que tu recuerdo ataca aunque me aleje cientos de kilómetros;
a doce horas de distancia o más me encuentro tu rostro de nuevo...
Parece traído por el aire, conserva los colores de tu alma...

Derrepente siento que sos nube y sos viento...


Jorge Merino
Café
[Granada, Nicaragua]

Nostalgia II

Vientos...
Frío...
Luz Nocturna...

Manos ansiosas...
Deseos de descanzar...
Preguntarme cuál es el mejor lugar para ello...

La lluvia,
Nostalgia profunda...
Ningún remedio a la mano,
Más que seguirme desvelando...

Jorge Merino
Café

19 de octubre de 2009

El tiempo a solas

Saliendo del café...
Pensando en lo bueno que es poder tomarme tiempo para hacer algo que verdaderamente disfruto todos los días...
Siento las miradas de las personas "más aceleradas que yo" o "más que de costumbre"...
Pero la costumbre... ¿Qué es la costumbre cuando he sido golpeado por tus ojos y por tu aroma?
Y no solo eso...
Por tu piel... Que con cualquier excusa se acerca como plantando nuevas fronteras...
Que con cualquier pretexto va minimizando los espacios vacíos colocando nuevas sensaciones...
¿Qué es la costumbre después de un beso tuyo?
Realmente es algo que no está en mis manos... Algo tan externo como la gente que me mira en este momento.
Siempre he amado este tiempo a solas,
este tiempo que creía "nadie podría arrebatar"...
por más que busco razones para estar a solas,
mis ojos y mi memoria marchan a tu favor... Pasando una película de tu sonrisa...
Mis oídos mencionan tus historias, y por más que intento...
El tiempo a solas se vuelve imposible....

Jorge Merino
Café

26 de septiembre de 2009

LA NOCHE

Si la luz está encendida...
Si la luz está apagada...
Si el sueño se hace presente y la cama está vacía...
Si estoy con la mente en blanco incluso...
La noche me recuerda a vos.


Jorge Merino
CAFE
"Cosas para que leas a solas y digás que sentís lo mismo..."

23 de septiembre de 2009

...23.

La lluvia.
La taza vacía.
El reloj marcando las 11:30.
El sueño jugando a las escondidas.
El celular gritando por un mensaje.
Las ganas de abrazarte.
Los días que han pasado.
La libreta que se acaba a cada rato.
Las palabras que se ponen de huelga en tus labios.
La cama vacía.
Los lienzos esperando.
Los proyectos que no se detienen.
El cansancio de los últimos días.
La luz que aparece bella dentro de tus ojos.
El recibo que espera por ser pagado.
La mesa que construí pensando en cosas que ya no hice.
Mis dedos sobre las teclas, cansados de no acariciarte.
El frío generandome la ausencia.
La publicidad que no para de engañar.
Lo ingenuo que he sido.
Mi memoria, que cuando he querido no falla.
...
Veintitrés cosas absurdas que siento en este momento.


Jorge Merino
CAFÉ
..."Pero hay gente que no consigues olvidar jamás... No importa el tiempo que eso dure..."

1 de septiembre de 2009

12:30pm

Un reflejo se movió debajo de la mesa que diseñé hace algunos años,
Me recordó al recorrido de la lágrima de aquella noche donde tuve el fusil de mi abuelo en las manos…
Al volver la mirada me percaté de que no era nada…
Que no fue nada, simplemente una sensación más…
De esas que aparecen, te toman desprevenido, te toman un segundo de esencia y se marchan…
Tres veces volteé la mirada, porque el movimiento de la atmósfera fue muy real,
Porque creí no haberlo imaginado…
Ni siquiera parecía un sueño, además… estaba seguro de estar despierto…
Luego, tomé el lápiz y dibujé dos líneas paralelas…
Las vi unos segundos y pensé para mí…
Que a pesar del tiempo y a no ser que el lápiz sea movido para dirigir una de las dos líneas en otra dirección, jamás estarán juntas…
Que pueden aparecer más líneas, que puedo vivir mil trazos,
Pero las dos líneas iniciales no estarán juntas. Y si ya tembló el trazo, si se quebró…
¿Para qué seguir?
… La Vida.
Por la vida, por nada más.


Jorge Merino

12:30pm

Un reflejo se movió debajo de la mesa que diseñé hace algunos años,
Me recordó al recorrido de la lágrima de aquella noche donde tuve el fusil de mi abuelo en las manos…
Al volver la mirada me percaté de que no era nada…
Que no fue nada, simplemente una sensación más…
De esas que aparecen, te toman desprevenido, te toman un segundo de esencia y se marchan…
Tres veces volteé la mirada, porque el movimiento de la atmósfera fue muy real,
Porque creí no haberlo imaginado…
Ni siquiera parecía un sueño, además… estaba seguro de estar despierto…
Luego, tomé el lápiz y dibujé dos líneas paralelas…
Las vi unos segundos y pensé para mí…
Que a pesar del tiempo y a no ser que el lápiz sea movido para dirigir una de las dos líneas en otra dirección, jamás estarán juntas…
Que pueden aparecer más líneas, que puedo vivir mil trazos,
Pero las dos líneas iniciales no estarán juntas. Y si ya tembló el trazo, si se quebró…
¿Para qué seguir?
… La Vida.
Por la vida, por nada más.


Jorge Merino

23 de junio de 2009

DURANTE EL VIAJE

El silencio...
La ruptura de la música que escucho en mí interior.

Que difícil es poder hablar...
Es más difícil, tener ganas de hacerlo...
Que mi mente proyecte tu figura junto a mí,
y que mi boca roce la palabra,
La palabra que te pertenece a vos...

Qué difícil es no tenerte aquí!!!
No ver tú sonrisa como flor alegre de la mañana...
Tu pecho como nota musical...
Y mis ganas...

Cuántas ganas de hablar con vos!!!
Y de que haya un viaje entre tu boca y la mía,
Y que las nubes viajeras se lleven nuestras historias...
Cuánta necesidad!!!
Cuánto deseo!!!
Tantas palabras muertas en el silencio.

22 de mayo de 2009

Quizá

Los segundos siguen pasando,
Me siento igual de solo que ayer…
Quizá un tanto más, por el frío…
La música no provoca nada,
La gente no provoca nada,
porque se encuentra muerta en medio de la noche…

Las hormigas están dormidas,
Las aves están dormidas,
Mi alma está dormida,
Mis ganas están aniquiladas…
La taza de café está dando gritos,
Está sumando desvelos como yo…
Escribir es un desahogo,
Susurrar el odio del vacío es un consuelo…
Pensar, dejar de hacerlo…
Es un jugueteo entre seguir o parar…
Entre vivir o dejar de hacerlo…
Es una suma y una resta,
de ganas, de suspiros, de anhelos y de sueños maltratados por la oscuridad…

No sé dónde estás,
No sé dónde estoy yo,
No sé que hacen los demás con sus vidas…
Yo solo juego a ser feliz,
tratando de burlar mis ganas repentinas de viajar al más allá…

De momento lo logro, siento que he dejado de existir en este espacio lleno de nada…
He perdido tantos recuerdos,
Y temo perderme a mí mismo.
Mi esencia no ha sido tan fuerte como para luchar por los recuerdos…
Siento anhelos de esos recuerdos que se borraron,
No sé qué estoy anhelando…
No sé qué cosa es la que es capaz de maltratar tanto mis ganas…
Quizá me hacés falta aún sin haber venido jamás…
Quizá es tu abrazo desconocido,
O tu sonrisa de primavera que jamás he visto…
Quizá, quizá… solo quizá estoy quedando sin nada…
Sin vos, sin mi… y me he vuelto parte de los sueños de los demás…
Sueños que no llego a sentir propios esta noche…
Tengo anhelos quizá de soñar con vos…
De ver tu rostro, ese rostro que jamás he percibido…
El abrazo, el beso y la caricia…
Nada tienen que envidiarle al vacío, a la oscuridad y a la nada.
Quizá mañana…
Quizá después…
Quizá jamás.


Jorge A Merino

16 de mayo de 2009

La Espera

“Espera: Terrible, desesperante, aburrida y decepcionante…”

Para mí las cosas son diferentes, por primera vez escribiré para convencerte. No quiero describir cosas externas, más bien que te des cuenta de porqué deberías cambiar tú opinión… Poniendo un ejemplo claro, uno que conozco totalmente… Yo.

La espera tiene una tez suave… Sabe volar… Viene de allá para acá como un colibrí… Te regala caricias para que respirés lentamente, luego te toca fuertemente para que estés despierto…

La espera tiene una sonrisa que repara cualquier herida… Es por eso que por muy mal que te hayas sentido en su terreno, al verla llegar radiante todo quedará olvidado y no podrás hacer más que ser feliz…


Sigo pensando que la espera no tiene nombre, y con lo que más lucho es con no cometer el error de ponerle uno… No debés ponerle el nombre que más te parece… Más bien vivir y cuando la espera termine, sabrás que así ha sido…

La espera me ha confundido muchas veces… Últimamente se parece a vos, y lo sé porque me hacés sentir que con vos estoy en el final. Me hacés sentir deseos de despertar para seguir viviendo…


Se parece a vos, pero no soy concluyente… Tiene tus ojos, tu cabello, tu forma de caminar, tu forma de respirar, de tocar, de acompañar… Pero no soy concluyente… Porque aun no te tengo para saber que mi espera ha terminado… Ni siquiera sé si la tuya tiene las mismas características que la mía…

Esperar confundiendo con vos es genial.

La espera se vive, se siente, se hace nuestra…


La espera se escribe, se lee y se recita…


La espera tiene un color parecido al del cielo nublado al atardecer, lleno de matices que me hacen suspirar profundamente y decir “cómo es que sucedió…”


El color de tu vida y la espera; son dos cosas que combinan perfectamente.

Jorge A Merino

9 de mayo de 2009

Una persona en especial...

El sueño que me invita descanzar todos los días se parece a vos...
Ese que es noche, que es día... Que es conversación, silencio...

El sueño de viaje, el sueño que es caricia al tiempo se parece a vos...

No tiene otro rostro más que el tuyo...

-------------------------------------------------

Caricia,
sonrisa,
suavidad,
amiga,
tiempo,
paz,
compañía,
lectura,
deseo,
ayuda,
amor,
sinceridad,
verdad,
café,
tarde,
inspiración,
día,
pasión,
conversación,
noche,
desvelo,
compañera,
sueño,
alegría,
cuento,
vida...
En una palabra: Vos.

Jorge A. Merino

6 de mayo de 2009

PD. K.M.P.R.

Cuando llegás a la playa, podés correr hacia las olas y dejarte llevar... Podés senarte y observar... Podés escuchar... Podés soñar con ser libre sin importar lo que los demás digan... Solo vos tenés la llave para decidir que hacer, eso es así... No es cuestión religión, simplemente es así...
Quisiera creer tantas cosas, hacerlas... Llegar a vos y robarte unos segundos, llorar juntos... No buscar explicaciones del pasado que no quiera salir por decisión propia, no revolver más la marea... Suficiente agua tiene el mar...
Me gustaría poder volar cuando me encuentro en mi cama deseando llegar a vos, solamente para abrazarte... Que cosa tan extraña es el destino, que increible se vuelve la vida cuando abrís los ojos y ves el horizonte lleno de temor en tu interior... Cuando no podés siquiera dar un paso...
A lo mejor te entiendo más de lo que creo hacerlo en este momento, quizá porque tenés mi alma entre tus brazos, quizá porque de vez en cuando tomo tu mano cuando ya he bajado del autobús esperando poder ayudarte de alguna manera...
Que extraña es la vida cuando vivís pensando que tenés todo calculado y derrepente todo cambia. Y te das cuenta que lo imposible está sucediendo...
No puedo decir que haya cambiado mi forma de pensar con respecto a vos... Creo que en algún momento eso fue lo que me llegó a molestar más, ya que por más que traté y traté, siempre añoraba tu sonrisa en la cocina y que "me ayudaras"...
He llegado a rogar incluso morir para poder comenzar una nueva vida, creyendo que esa sea más justa...
He buscado mil maneras de decirte que siempre importás, que jamás dejarás de importar... Que ni siquiera pensés en eso... Creo que tantos sentimientos mezclados con mi carácter me hacen lucir lejano y molesto, cuando en realidad estoy junto a vos contándote todo lo que ha sucedido durantes estas semanas...
Lo que más he querido hacer es escucharte. También he querido decir "por qué?". He querido contarte tantas cosas... Y de alguna manera siento que lo he hecho... Por eso no he parado de escribir... Y no lo haré hasta que me sienta plenamente feliz... Muchas veces te lo dije, solo escribo por catarsis...
Yo no he dejado de soñar, no hago más que soñar... La vida para mí tiene un sentido diferente... Creo que si en algún momento hay que llorar y sufrir, se debe hacer con toda la disposición... viviendo cada lágrima como si fuese la última...
Si hay que sonreír... Hay que hacerlo sin parar, hasta que ya no se pueda más... No se puede dejar de soñar por temor a caer más profundo que antes... Para mí, volar junto a vos ha sido lo más especial de la vida... Caer junto a vos a sido lo más doloroso... Y si tuviera que hacerlo de nuevo, lo haría... Dejándote claro que solo deseo que respirés profundamente y tomés tus decisiones.
Qué más puedo decirte?...
He pensado casi a diario en qué estará pasando con tu vida...
A veces las ocupaciones han sido tantas que he pasado varios días sin pensar en nada más que en fechas, entregas, trabajo y el café de la tarde...
Creo que la vida está marchando a un ritmo muy lento... Tanto que esta noche siento que puedo tocarte, tan lento que por unos segundos logré sentir tu aroma de nuevo...
Estoy de acuerdo, el amor nunca deja de ser...
Me siento feliz de que hayas decidido molestarme... Después de todo, lo más importante entre los amigos es la comunicación.
Quizá me siente en una banca un día de estos a respirar el pasado sonriendo, a esperar el futuro soñando hasta no poder más...

5 de mayo de 2009

12am

tic tac.
tu sonrisa...
tic tac.
tu sonrisa...
tic tac.
tu sonrisa...

cuántas veces más?...
cuántos insomnios más con tú sonrisa?...
cuántas noches más junto a tu sonrisa...

tic tac.
tu sonrisa...
tic tac.
tu sonrisa...
tic tac. tic tac. tic tac...

un alma gritando sobre la carretera...
los árboles arrullando las aves...
el silencio profundo de la luna...
sus ojos... y tu sonrisa...

tic tac. tic tac. tic tac...

el cuerpo de mi amiga desvanecido entre las sábanas...
el cuerpo de mi amigo viajando entre libélulas al dormir...
las gavetas entre abiertas...
la televisión que nunca utilizamos...
y tu sonrisa que está hasta en el rincón más oscuro...

tic tac. tic tac. tic tac...

cuándo se borrará tu sonrisa?...

Jorge A. Merino

1 de mayo de 2009

EL TIEMPO ATRÁS...

“Nadie dijo que cuando terminás una relación dejás los recuerdos atrás…” Renacho Melgar.

Ya perdí la cuenta… Dejé de contar cuando la soledad me invadió por completo… Cuando creí que ya no valía la pena hacerlo, cuando te vi sonriendo con otro, cuando… Dejé de contar cuando no sentí más tu aliento, cuando olvidé el sabor de tus labios gracias a una amiga pasajera, cuando las heridas me hicieron sangrar tanto internamente que tu sudor quedó empapado con mi dolor, cuando dejé de creer que volverías…
Nose siquiera cuál fue el último día que conté… Si cuando te recordé con un listón en la cabeza diciendo que eras mi regalo, o cuando te vi desnuda por primera vez… Nose si fue cuando te besé sin pedir permiso y recibí una respuesta o cuando tomé tu interior por completo… Recordé tantas cosas después de recordar, caí tantas veces para llegar a donde estoy… Y ahora por coincidencia del destino, después de salir del cine, sentir la brisa de tormenta, apresurar mi paso y tomar un autobús en medio del caos, llego a mi destino y me encuentro con una celebración, una de esas que abunda en este país… Un país lleno de recuerdos no gratos, gente y gente vestida de banderas políticas y de insultos a los más necesitados… En la fiesta, me pareció haber vivido todo antes… justo en ese medio metro cuadrado debajo de una ceiba, frente a mí una tarima llena de luces, y una mujer tan parecida al pasado… un pasado tan cercano a pesar que no recuerdo el último día que conté para ella…
Me pareció verla, desee sus manos, sus besos, sus palabras… En pocas palabras hice un reclamo y lancé un insulto… Mi mirada cambió de estado rápidamente y recorrí sus caderas, reconocí sus expresiones y el éxtasis que vivía al estar ahí frente al público. Reconocí el jugueteo de sus manos y su voz al cantar, reconocí a los espectadores impactados por su presencia y luego sentí como su suspiro se convirtió en bala y perforo mi tranquilidad de cristal por completo…
Me di a la fuga… qué más podía hacer… No hubiese podido resistir un segundo más deseando el puto pasado. Un pasado que dejó de pertenecerme al compás del sube y baja de las tazas de café… Días, tardes, noches llenas de esperanzas marchitas. Azúcar buscando apaciguar el amargo que deja decirle adiós a una persona por la que se daría incluso la vida.
Dejé de saber porqué me encuentro escribiendo… En el fondo siento que solo es porque quiero negarme el hecho de poder sentir algo. En este momento puedo maldecir a Dios, a la vida y realmente no es algo que disfrute hacer… Las lágrimas están danzando entre mi garganta y mi corazón, y mi raciocinio ha desaparecido por completo. Hoy, solo hoy deseo preguntarle a la vida si no basta con una mujer que sea capaz de destruirme en un instante… Si era necesario enviar otra como buscando asegurarse que me atreva a halar el gatillo.
Todo parece tan oscuro, como el oscuro que ocasiona la amenaza de tormenta… Una tormenta que viene acompañada de deseos de quebrantar mi soledad. Después de una tarde genial al lado de una amiga, de caminar un poco y saludar a cuanta gente encontré a mi paso… Claro! La vida no podía permitir que llegara a mi hogar diciendo que soy completamente feliz… La felicidad parece estar junto a los cristales quebrados de la entrada de la iglesia… Donde la mujer del tiempo atrás se encontraba danzando sobre mis ganas de vivir…
Cuánto daño es capaz de ocasionar un recuerdo… Y después de todas las cuentas debo decir que realmente nadie dijo que cuando terminás una relación dejás los recuerdos atrás…
Los recuerdos están tan latentes… Y son capaces de volverse huracanes en cada uno de los intentos al azar, cuando se es movido solo por las ganas de olvidarlo todo…
Cuántas veces en caído en camas solo por olvidar… Cuántas veces más la vida será capaz de decirme que lo que hice con el alma no lo podré sacar de mi ser jamás… Cuántas veces más contaré con la suerte de tener dos amigos que me esperan en la casa para abrazar mi alma asustada y no decida terminar con todo sin pensarlo más… Cuántas veces tendré que vivir el puto recuerdo de lo que sucedió tiempo atrás.

TODO PASA POR ALGO EN ESTA VIDA. QUIERO SEGUIR CREYENDO QUE ES ASÍ. QUIZÁ NECESITABA DOS ABRAZOS. QUIZÁ NECESITABA DESEAR A ESA MUJER POR EL SIMPLE HECHO DE SER COMO LO QUE MÁS AMÉ EN MI PASADO. QUIZÁ SIRVA PARA TENER UN MARCO DE REFERENCIA DE CUÁNTO MÁS PUEDO LOGRAR HACER EN EL FUTURO. QUIZÁ TODO HAYA SIDO PARA QUE VALORE LO QUE TENGO JUNTO A MÍ, LA NADA MÁS BELLA QUE JAMÁS HE TENIDO… TANTOS QUIZÁS...

Jorge A. Merino

7 de abril de 2009

TU LLEGADA

Me encantó verte bajar del automóvil… que el viento rozara tus alas y ese vestido verde de manta…
Me encantó que el sol iluminara tu piel, haciéndola parecer un diamante… preciado… hermoso.
Me encantó ver tu sonrisa hacia la ventana, sobre todo porque se perfectamente que no se puede ver nada desde afuera… Me gustó la expresión de seguridad que te acompañaba, verte y sentir que sabías que estaba aquí esperándote en la mesa del fondo, pendiente de tu llegada…
Me encantó saber que te habías arreglado para mí, sentir el conflicto de tener que explicarte porqué luzco tan diferente el día de hoy…
Sentir tus pasos removiendo las hojas, verte saludar al vigilante anciano de la entrada después de haberlo hecho tantas veces… Cada tarde cuando venía sonriendo a esperarte…
Sentir tu mano sobre la puerta, tu fuerza delicada, tu luz y tu aroma… Sentir tu mirada sobre mí, mostrando tanto interés como el que siente mi interior por ti…
El camino desde la puerta hasta la mesa es el que más he disfrutado en toda mi vida hasta hoy, aunque al verte siento que podré disfrutar cada día más gracias a ti…
Por más que lo había intentado, llego a la conclusión que no logré imaginar tu olor exacto… Tu mirada llena de felicidad le dio un toque especial al momento…
Abrazarte… sentir que detuvimos el tiempo, sentir que tus manos se negaban a soltarme… volver a sentir ese sentimiento extraño que a todos nos llena de vida…
Que el entorno perdiera relevancia, gozar de tu forma de hablar… de tomar el café… aprender a asimilar cada característica en tu cuerpo… en tu aura…
Sentir tu paz, verte jugar con el cabello y sentir la necesidad de examinar el tirante de tu blusa, imaginar la textura de tu piel y el contraste con la tela de tu falda…
Sentir tu mirada examinando mi pensamiento, invitando, acercando el mundo para mí…
Esperé mucho poder decirte “hola”… no imagino decirte “adiós”…
Amo sentir tu temperatura, tan cambiante… Tan complementaria a la mía…

…“que se realice contigo…”

Jorge A Merino

4 de abril de 2009

LA REUNION

Doscientos cuarenta y nueve pasos di, tratando de escapar de las farzas que llegan cuando una familia se dispone a "celebrar"... Pasaron cinco años y nadie le hizo caso a la casa de esa araña que tenía tantos sueños como los que se abren con el ritual de hoy... Por qué destruir sus sueños para cultivar los nuestros...?
Aunque eso no es lo que me hace reflexionar más... Sino que derrepente la "locura" llego a todas las esquinas, fue tan acechante que desee escapar... En un segundo sentía paz, al siguiente estaba sometido a órdenes que iban enfocadas a cultivar apariencias absurdas. Por qué cultivar apariencias, si esto podría ser un adagio de nuestro futuro?; por qué no romper esta tradición de tener que aparentar lo que no creemos o somos?...
Después de todo, debo decir que me hace feliz ver la felicidad de otros, no importa qué lo haya originado; aunque me gustaría escuchar en el viento que se sabe la razón exacta de por qué se están haciendo las cosas...
Llegada la hora... Los invitados...
Sonrisas, personas que jamás había visto... Tan similar a compartir unos minutos con las personas del campo... Aunque las personas presentes el día de hoy no llegaban a llenarme tanto.
Tres pasos más para poder saludar a los invitados...
Un juego de palabras de varios minutos con contenido contradictorio... En cierto momento sentí que buscaban crear una atmósfera en donde el matrimonio tiene el único sentido de llegar en algún momento al divorcio...
Las lágrimas me conmovieron. Las palabras de aliento llenas de espinas y fuego no... Que traten de ser ejemplo, sin poder serlo... Eso me transporto a una lucha diaria...
La reunión, minutos necesarios...
Minutos que hubiese querido vivir de otra forma...
Pero la felicidad, es el elemento que hace que valga la pena...

Jorge A. Merino

3 de abril de 2009

CONTINUANDO EL TEMA...

En medio de tanta cosa te veo...
Te veo, te siento, y termino necesitándote...
Tu aroma deja mucho,
Tu mirada y tus palabras, ni decirlo...
Continuando el tema diré que tengo ganas de seguir hablando...
pero contigo... Exclusivamente contigo.


Jorge Merino

30 de marzo de 2009

Vos sos (parte 2)

Brillo, luz...
Tus ojos... tus hermosos ojos...
manantiales de sinceridad...
sos mañana, tarde y noche...
sos mi pensamiento...
sos mi sentimiento...
sos mi espera...
mi llanto y sonrisa...

Canto, respiración...
Tu voz es poesía desde donde la vea...
sos anhelo...
tormenta y día soleado...
sos eternidad en mis manos...
y cuando dejo de verte sos el ser que se roba mi vida...

Sos tan parecida a mis sueños...

Jorge A. Merino
Café.

25 de marzo de 2009

Así sos

Sos luz,
sos ilusión,
sos espera... pero sobre todo sos dolor ante tanta soledad...

Sos belleza,
sos conversación,
sos suspiro... pero sobre todo sos tantos engaños clavados en el aire, que ya no se quién sos...

-----------------------------

Sos un café que se enfrío una tarde llena de tránsito...
sos un café que me contó que podés terminar con mis sueños, convertirlos en realidad...
sos un café lleno de energía, el único que puede nivelar mis contrastes...
pero sobre todo sos como el canto de las hojas en el suelo, un otoño que ha perdido gran parte de razón...

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¿quién sos?

Jorge A Merino.
Café.

16 de marzo de 2009

Y se llega el día en que todo cambia...

Domingo,
Es habitual que este día tenga pocas ganas de hacer algo más que descanzar, es normal que haga huelga y no me bañe... Toda la semana voy de aquí para allá teniendo pausas hermosas entre la multitud...
Pareciera que los días domingo están contagiados de monotonía, quizá por las películas en fila... Por la soledad extrema o por el vacío extravagante en las calles...
Este día el calor se acentúa... Las nubes juegan a esconderse y lo que golpea fuerte son los rayos del sol...
Siempre sucede que llega el día en que todo cambia...
Este día, los planes eran compartir con los niños de una comunidad de Antiguo Cuscatlán (puedo agregar que busqué excusas para que no sucediera)... Desayuné en vez de almorzar, vi televisión por la mañana y salí a caminar...
Muchas eran las camisas rojo y azul... Gritos por todos lados, mi corazón palpitaba repitiendo en cada paso "tenés el arma en tus manos"...
Al llegar a la urna, todo podía pasar... Ser detenido por mi pelo largo y barba... Que me dijeran "alguién votó por ud"... o que todo continuara con normalidad...
Logré votar... Una llamada secundó mi salida, un café que disfruté por la tarde mientras observaba como cerraban temprano todos los negocios...
Caminar por San Salvador junto a una amiga tiene su magia (sigo recalcando que no es tan peligroso como cuentan algunos... claro está, no debés buscar las situaciones... portando objetos casi invaluables o una cara de pocos amigos, la verdad... nada cuesta saludar y sonreír aunque sea muy malo el aspecto del que se acerca...)
Bajé Metrocentro, subí hacía el Parque Cuscatlán, luego caminé hacia el Parque Simón Bolívar... Fue genial verlo triunfante portando una bandera roja, como prediciendo una victoria histórica...
Continué caminando, un par de semáforos me hicieron analizar más detenidamente la situación de mis hermanos, algunos indigentes... Huele pega... Transeúntes apresurados... Las machas en todas las paredes (rojo, azul, verde, blanco...) papeles por las calles volando libres...
Las aves que se posan en los alambres de la esquina de Simán son dignas de admiración... Como mis hermanos, han logrado adaptarse a las inclemencias y atropellos... Aunque como dije al principio, siempre se llega el día en que todo cambia...
La señora de la esquina del Hula Hula ofreciéndome pan... Muchos haciendo compras para cenar... El mal olor de la alcantaría tapada... Los edificios que a pesar de la contaminación, láminas, llantas y otros objetos aún resurjen entre la multitud hiriente diciendo "aquí estoy"... Esas edificaciones que me hacen soñar con tantos proyectos...
Al llegar al Palacio Nacional, la energía era evidente... Las consignas de mis hermanos... las banderas, los gritos, automovilistas pasando aprobando la concentración... Ver los rostros de todos y todas totalmente felices y liberados fue algo casi sublime... Mi pueblo sonriente, mi pueblo trabajador... Que más victoria que poder ver su rostro frente a frente... tomar un par de fotografías y pensar (que no vengan esos de siempre a decirme que mis hermanos son ladrones) cuando sos parte de su sufriento, de su hambre, de sus ganas de salir adelante... de su tarde en la entrada del Palacio tomando café o de sus mañanas preparando las ventas, lo único que te pueden robar es una sonrisa de admiración...
Este domingo para mi ha sido muy diferente, se que para mis hermanos también...
Me despedí de mi amiga, no antes de jugar con unos niños "sapatito cochinito cambia de piecito..." (y así fue... todos cambia al pie izquierdo... todos cambiamos y lo hicimos porque así lo quisimos... después de cambiar viene la victoria...) Los tres niños me lo decían: "tengo mi chiqui DUI, y ya fui a votar por el frente"... Jugaban con cajas de tomates y bancos improvisados...
Al llegar de nuevo a mi casa, me di cuenta que Antiguo Cuscatlán también escogió el cambio... Salí a caminar para ver a mi gente... Todos celebraban en las calles con pólvora... También bailaban, se saludaban unos a otros y gritanban "si se pudo..."
Es gratificante para mi, ver sonrisas verdaderas y escuchar palabras que de verdad están sintiendo... Es hermoso saber que la vida a premiado a un pueblo que ha sufrido por años los atropellos de personas que no ven más que su propio bien... Que no hacen más que robar, mentir y tachar de criminales y ladrones a los más trabajadores...
Para terminar mi día domingo, sintonicé la televisión para escuchar los dos discursos... Jamás me reí tanto como cuando escuché al señor Ávila... La verdad, lo disfruté... No dejaba de tomar agua, repetía y repetía la misma frase... (nose cómo pensó en ser presidente...)
Me gustó la postura de mi nuevo presidente, ahora queda luchar juntos porque la situación mejore... Porque ya se llegó el día en que todo cambia...

El Salvador, tierra donde se harán las cosas pensando por fin en los necesitados...

FELICIDADES MAURICIO FUNES!!

Atte. AMEJO

20 de febrero de 2009

Puntos suspensivos...

... Como no puedo dormirme, voy a hablar de vos...


Puedo vivir sin vos, definitivamente puedo hacerlo...

Puedo respirar sin vos a mi lado...
Puedo vivir sin verte todos los días...
Pero cuanta falta me hace que platiquemos...
Que una película sea excusa para verte...
Cuanto deseo que no sea necesario tener excusas...
Que lo aceptés y que lo acepte...
Sin embargo, al final lo que hay son puntos suspensivos...
Una larga espera que me enseña cada segundo
que la vida sigue aunque vos no hayas pensado aun en quedarte...
Podés trabajar, dormir y despertar todos los días...
Yo también puedo hacerlo...
Pero cuantas ganas tengo de ver tus ojos cuando se abran con el primer rayo de sol...
Que dejés las cosas de todos los días y que volés conmigo...
Todos los días te pienso y te siento, yo creo que es por eso que puedo ser feliz...
Porque tengo tu presencia aunque no estés físicamente...
Deseo que el café sea más que puntos suspensivos...
Y que mi corazón luzca tan nervioso como cuando se que la excusa para verte se volvió válida...
Los puntos suspensivos siempre tienen tu nombre, tu aroma y tu alegría...
Los puntos suspensivos son amantes que se desencadenan en orgías por las noches...
Son la continuación que siempre existe al finalizar cada renglón de mi vida...
Son tres besos que me he tenido que tragar con café... Solo...
Los puntos suspensivos son rituales del destino...
Son la forma en que puedo tocarte aún sabiendo que a lo mejor tu rutina parezca más llamativa que mi propuesta...

Jorge A Merino
Café

16 de febrero de 2009

ESTA TARDE

Con el paso del tiempo, has buscado la respuesta a la insaciable soledad que te acompaña… Parece que no importa cuánto trates de hacerle entender… A la hora de encontrar apoyo, el café y una conversación a medias es lo único que logras…
Mientras un tipo te ve desde la mesa de enfrente, analizando tu mirada vacía, llena de rencores por los engaños… Tu alma grita por un abrazo, por comprensión y porque quien sabe como las cosas cambien… Siempre las cosas te llevan a situaciones peores si no sabes cómo controlar lo que se va presentando…

La decisión en el café es levantarte angustiada, buscando contener las ganas de llorar… La reacción de tu pareja es verte salir mientras mueve su cabeza desaprobando lo que acabas de hacer y decir… El tipo de la otra mesa, te observa y no comprende cómo una mujer tan bella, con tantas cualidades para expresarse, con tal fuerza… puede parecer derrumbarse. Piensa además que debe ser muy grave lo que sucede para que no hayas sido capaz de mantener la calma…

Subes al automóvil, saca un paño y comienzas a aparentar estar arreglando tu maquillaje… Es obvio que las lágrimas comenzaron a surgir como tormentas que bañan el suelo erosionado por un verano largo… Tu alma siente cada gota, te sientes el ser más desdichado… Sin embargo, aunque el tipo de la mesa sabe y siente lo que sucede dentro del automóvil… Con una sola mirada trata de decirte que seas fuerte, que sigas caminando porque seguramente después de la cuesta podrás descansar…

Personalmente pienso que, esta escena no debería ser tan común en los cafés… Pienso que por lo menos una vez a la semana debería poder tomarme mi café sin tener que ver esto… La verdad, no se qué demonios le sucede al mundo, no puedo decir que algún día no llegaré a ser el protagonista de la escena, pero desde donde estoy ahora, es imposible no decirle a los hombres y mujeres que sean parte de esto, respiren profundamente… Vean sin temor de lo que son capaces y no le teman a la soledad… No hay mejor lugar para conocerse que estar a solas… No hay mayor tranquilidad que saber que preferiste retirarte que seguir causando daño…

Pienso que la escena de hoy pudo ser distinta si él hubiese guardado silencio unos segundos y hubiese agregado “conversemos, quiero solucionarlo”; me da asco ver las pocas ganas de vivir de la gente… La fuerza con la que atacan, pareciendo animales guiados solamente por el instinto… No estoy fuera de esto… Hay cosas que definitivamente no soporto y me hacen reaccionar inmediatamente… Pero pienso que saberlo es una de las claves para no buscar esos lugares donde sabemos que no habrá marcha atrás…

Jorge A. Merino
CAFE

24 de enero de 2009

JUAN PUEBLO

El día comienza con los gritos de la alarma, tratando de hacer hasta lo imposible por despertarme justo cuando llevo solo unas horas de estar dormido, quizá dos, quizá tres… En lapsos de cinco minutos, la alarma ha lanzado el tercer grito – Ese que recuerda que tenés una montaña de cosas esperando, entre citas y cosas de trabajo; deudas y sueños que poco a poco se van tirando al pozo vacío; ideas que van quedando soterradas por tanta mierda – A como se puede te lanzás de la cama, tomás un par de tragos de agua y al hacerlo recordás que el recibo se vence este día “sábado 24 de enero”. Anoche fue una noche dificil, se cerró un contrato que llevaba meses causando problemas, el cheque era por unos centavos y más que alegrías causaba sentimientos encontrados, al saber que tenés que ir a hacer una cola de horas. Con todo esto también había un sentimiento de gratitud porque podés trabajar por tu cuenta, porque todas las tardes podés tomar la decisión de tomar un café, reunirte con tus amigos y planificar algunos proyectos que están marchando solo porque las adversidades no han doblegado aún la fuerza moral de tres personas. Al estar despierto no te dan ganas de nada, tomás un vaso con leche y sin haberte bañado salís hacia el banco... Juan Pueblo se despertó antes, cuando saliste de tu casa él ya estaba barriendo las calles, yendo de un lado a otro con su barril para recolectar desechos.

Los desechos para vos son otra cosa, normalmente hay sentimientos que son más desechos que la misma basura. Los encontrás a diario en tu casa, en tu familia, en tus amigos, en las empresas; y en todos lados. Juan Pueblo acostumbra no decir nada, está adaptado para ser pisoteado y vos lo ves a diario cuando vas a tomar el autobús y ves como le gritan a un indigente para que no se suba a pedir limosna – Muchas veces has sentido que querés hacer más y no podés – La basura se mueve en camionetas y automóviles del año, con banderas azules y rojas... Acelera su paso para hacerte sentir miserable, y después todavía te gritan. Juan Pueblo está acostumbrado a callar aunque no le parezcan las cosas, no se necesita mucho para darse cuenta, ya que cuando a vos te pasan cosas así inmediatamente reaccionas porque hay una energía que te dicta “esto no debería ser así, están pisoteando tus derechos...” En la mayoría de ocasiones Juan Pueblo te mira sorprendido porque ven como imposible que te lancés a exigir respeto, todos merecemos un trato digno, pero solo vos y yo sabemos que tenemos derecho a exigirlo pase lo que pase.


Se que hubieras preferido no salir este día, conozco ese sentimiento perfectamente. Hay muchos que deciden esconderse, renunciar o tirarse a llorar. Juan Pueblo lucha, soporta y sonríe.
Cuando llegás al banco, luce tal como lo esperabas... La cola da vuelta al local desde afuera, hay un vigilante mal encarado entrenado para enfadar a todo el que llega a preguntarle algo...
Una buena manera para pasar el tiempo es ver el entorno, preguntarse ¿porqué luce así?. Sacarle conversación a la señora de atrás que se queja de la lentitud con la que atienden a las personas. O simplemente quedarte en la larga espera. Al llegar a la puerta – que representa la mitad del camino – es tu turno para recibir regaños, para mostrar el bolso y para que te digan “apague su celular”...

Adentro, un ambiente de estrés... Lo peor, que este día visitarás dos bancos – Un por el recibo de agua, el otro por el cheque – La desesperación es una amiga que llega pronto, se adueña de la poca energía que traías para el día. Juan Pueblo, tiene más energías que cualquier otro... Parece que la vida lo diseñó así para que jamás se canse de ser tratado miserablemente. Vos sabés que muchos de los que están en el banco tienen montañas de problemas mil veces más grandes que la tuya, también sabés que por lo menos podés trabajar por tu cuenta y no tenés que rendirle cuentas a nadie – pero este día se marcará el peor defecto de tu situación – Al llegar a ventanilla hacés la pregunta ¿Puede solicitarse información para hacer un préstamo aquí o es necesario ir a otro lugar? Una voz golpeada dice “si, aquí... Pero solo se atiende a asalariados”. Es inevitable hacer el comentario: “esta conversación duró mucho menos de lo que esperaba”.

Lo que hace que Juan Pueblo sea convertido en un standar de ser humano, son estas situaciones... Es asqueroso ver campañas de publicidad de parte del gobierno donde te dicen que están apoyando a todos para que salgan adelante, si el primer requisito es estar dispuesto a ser explotado por ellos. Te roban la vida, te encajonan en un rincón y al final te reeemplazan por otro que viene con tus mismas esperanzas – con este empleo podré salir adelante – Vos lo ves aún desde afuera, sabés que esa es la peor mentira que se ha vendido en este país, El Salvador es una maquila de Juanes y Juanas que jamás podrán tener nada que no sean los mismos artículos y bienes fabricados para darles de comer a los que tienen el poder. Eso estaba contenido en la respuesta de la cajera del banco, esa realidad es la que pudiste captar inmediatamente cuando después de haber escuchado la negativa viste a los ojos a todos – tenían una luz opaca, triste, cansada y sin salidas – Cuando llegaste al otro banco, no había necesidad de decir más, después de cobrar el cheque un café no cae mal...

Juan Pueblo no tiene posibilidad de decir “me tomaré un tiempo para mí”. Está acostumbrado a recibir ordenes para que “sus amos” se sientan complacidos. La mayoría de veces Juan Pueblo sirve de tapete, de saco o de lo que sea... Cuando no tiene “la suerte” de poseer un “amo. Se para en las esquinas a vender rosas, a limpiar vidrios o a tragar gasolina para sorprender con unas llamas los ojos de los que conducen. Juan Pueblo luce miserable a cambio de unos centavos, tiene capacidades enormes que jamás son observadas porque los de arriba saben perfectamente que son unos ignorantes y que Juan Pueblo lo tiene todo para que el mundo abra sus ojos y los despojen de sus empleos.

Después del café muchas cosas fluyen por peso propio, ves cosas que no están disponibles para todos, el vendedor de cd´s piratas te dice que son a dólar y casi se hace dueño de una lágrima porque te da por recordar que la moneda de tu país desapareció... Ese es el compromiso adquirido por El Salvador durante tantos años... Venderse como una prostituta y estar tan endeudado que sería mentira decir que saldremos adelante en un par de años... Que nos disculpen las prostitutas por la comparación, porque el gobierno de este país es más miserable y asqueroso que cualquier otra cosa. Venden a su gente, a sus familias incluso, si la recompensa es una casa en la playa, un yate o suficiente dinero para aparentar que lo tienen todo.

Juan Pueblo tiene lo más importante – la fuerza, los sueños y sobre todo el poder – Después del café siempre se siente el peso de un yunque de plomo que está luchando por aplastar todos los proyectos, surgen las caras familiares de los que no soportan ver las ideas que tenés en mente, vienen armados con sus “yo, yo y yo” para robarse la sonrisa que provoca saber que sos más poderoso que todos ellos juntos... Porque no te vendés por nada, porque no dejás escapar la oportunidad de saludar a ese hombre que con tanto esmero prepara el pan que te vas a comer, porque cuando alguien te pide un centavo, aunque es dura la situación le das un poco más y dirigís una oración para que si Dios está ahí bendiga la vida de esa persona. Este día tus sueños se sintieron amenazados... Y como algún día pensó Juan Pueblo, se cruzó por tu mente la idea de venderte y aceptar la invitación sucia de las transnacionales para poder acceder a un crédito que serviría para darle más alas a tus proyectos.

Te dio por inyectarte una y otra vez con la escencia de la gente y el ambiente hasta que no pudiste más... Tuviste que cerrar los ojos atemorizado por tanta mierda, porque es mentira que al final de este túnel hay una salida... Recibiste los golpes de saber que todos los que se cruzaron por tu camino simplemente son parte del monstruo que los está consumiendo y los está llevando al matadero... Entendiste que más le valdría a Juan Pueblo “morirse de pie en este momento, sonreír y sentirse libre por unos segundos... Que seguir sirviendo de rodillas a los estafadores y mentirosos para los que trabaja” Hubiese sido genial ser engañado este día para sentir que realmente una parte de las transnacionales y el gobierno apoyan las ideas y ganas de trabajar, pero realmente se agradece más que con puñal en mano te hagan heridas que te hacen abrir los ojos y sentir ganas de estar muerto.

Me encanta ser amigo de Juan Pueblo, escuchar sus palabras, tomarme el café en el y ella. Llorar por su sufrimiento y sentirme tan aplastado como él que hasta percibo que somos la misma familia. Yo se sus problemas no se resumen en estas palabras, pero pase lo que pase en mi vida, mi alma es y será siempre para mi Juan Pueblo ignorante, mal comido y pisoteado.



AMEJO (24 de enero 2009)

COFFEE TIME